No Grites

Nos descubriran.

  — Vamos Kevin, es que nadie te entiende— me obedeció, lo hizo a forma de no lastimarme, cuando ambos terminamos de satisfacernos, yo me recosté sobre él ahí en el piso y me dedique a besarlo y a tocarlo, el poco a poco fue haciendo lo mismo, hasta perder la cuenta de cuantas veces su cuerpo volvía al mío.

Tal vez no fue de la manera que yo lo deseaba pero sé que cada vez Eli será más atrevido, esto apenas fue el comienzo.

— Es momento de que te vayas— Eli me sacó de mi trance

— Si, ¿ya no necesitas algo más? —

— Claro, un beso—

— Me refería a algo de la oficina—

— No, ya no—

— Pero...—

— Pero...—

— Si te puedo dar lo primero que pediste— Me volteo para mirarlo frente a frente y solo junto nuestros labios, mientras inhalo, él se acomoda y me toma el rostro, me suelto rápidamente al oír que el teléfono comienza a sonar que al parecer es de recepción.

— Han llegado los papeles del negocio, los que se retrasaron 3 días, pero los tiene que recibir personalmente— habló por el teléfono la recepcionista

— Claro, en unos minutos bajo, estoy atendiendo algo importante— me mira y me guiña un ojo

— De acuerdo señor— cuelga el teléfono

Eli:
— Vístete rápido tenemos que bajar— Ambos lo hacemos muy rápido, pero una pequeña mancha queda en el pantalón de Kevin, trato de remediarlo, entonces prefiero ir solo a recoger los papeles, cuando abro la puerta para salir, está el mensajero y la recepcionista enfrente de mí.

— Vamos a la recepción, voy de salida—

— Es mejor que los reciba en su oficina en mi opinión—

— No, mejor ayá—

— Señor, su representante tiene que firmar aquí— Dijo el mensajero señalando una hoja.

— ¿Kevin? él no puede, se sintió un poco mal y está en mi oficina....terminando de arreglar unos papeles para que ya se valla—

— Insisto que debería de ser en su oficina, recuerde que se trata de algo prácticamente millonario—

— Permitanme entonces— entré de nuevo a la oficina, casi sin abrir la puerta.

— Kevin, toma esos documentos y haz como si los revisaras, les dije que te sentías mal—

— De acuerdo—

Salgo y le digo al mensajero y la recepcionista que pasen, firmo unos cuantos papeles y al final es necesario que Kevin firme en un apartado de la hoja y yo tomo los papeles y se los doy, trato de dejar de lo más claro posible que Kevin está enfermo y se tienen que ir, ellos le han tomado a Kevin un gran cariño y le preguntan si necesita algo, pero él les dice que no y les pide que es mejor que se vallan, cuando salen de la oficina siento un alivio y me da miedo que esto suceda muchas veces.

— Es por eso que ya no lo podemos seguir haciendo aquí—

— No podemos vernos en otro lugar que no sea este, no puedo—

— No tiene que ser siempre—

— Un fin de semana tal vez, todo un fin de samana—

— No quiero que te emociones, esto es... no sé lo que es, pero no hay un compromiso—

— Lo sé, ¿Qué podríamos ser?—

— No pensemos ahora en eso, ya es tarde, te llevo a tu casa—

— Gracias, es maravilloso si estoy sobrio—

— Vamos—

Kevin:
Siento a Eli inseguro, yo tal vez no lo estoy porque no estoy a cargo de una empresa tan grande, lo apoyaré hasta que todo termine, aunque sigue siendo extraño, es raro decir que amo a un hombre, no sé cómo lo tomaran las demás personas si algún día se enteran.

Una vez que llegamos a mi casa, le doy las gracias, tiene las manos en el volante, pongo mi mano encima de la suya y sonríe.

— ¿Qué te parece si mañana salimos por la tarde con mi hermana? —

— ¿Cómo la vez pasada? —

— Si, y si alguien sospecha algo, le decimos que soy el novio de tu hermana—

— ¿Podríamos ir a algún baño público y...? —fija sus ojos en los míos

— Esperare con ansias—

— Te veré temprano en la oficina para que trabajemos y salgamos rápido—

— Claro—

Bajo del auto y suspiro, recuerdo que mi mamá siempre me ha dicho que alguien cuando suspira lo hace pensando en la persona que ama.