Cap IX

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El fin de semana había llegado. 

Para su suerte, ___ no se sentía tan exhausta como esperaba y eso le alegraba.

Lamentablemente, la flojera no duraría por mucho tiempo: hoy tendría que comenzar a investigar sobre las posibles universidades en la que podría estudiar y llevar una buena carrera. Eso le ponía nerviosa y angustiada. Por un momento, la nostalgia la había invadido por completo. No se había dado cuenta lo rápido que había pasado el tiempo. Aún parecía ayer cuando salía junto a sus amigas de la adolescencia a ver películas o se dirigían a las grandes discotecas para disfrutar de un buen fin de semana. Ahora no habría mucho tiempo para eso: Todavía seguía ahorrando, por lo que la casa de los Sangster seguía siendo un constante desafío de control. Además, los estudios la volverían loca y eso le provocó miedo a echar todo por la borda o que sufra de un ataque de stress. 

Si tan solo pudiera vivir en la adolescencia eternamente, las cosas no serían tan complicadas.

___ amaba la literatura pero no estaba segura de ingresar inmediatamente a la Universidad. Quería disfrutar de su vida al menos por un momento. 


El verano se acercaba. Faltaba tan poco. 

En su enredada mente, apareció una imagen que admiró por completo: una noche de verano puro, donde se mezclaban los exquisitos olores y los grillos, creando un ambiente perfecto. 

Que bonito, pensó.



Las horas pasaron, y el joven Thomas volvió a la casa luego de un día junto a sus compañeros de trabajo: el cast de Maze Runner.

___ se encontraba limpiado la pequeña mesa ratona de vidrio que se hallaba en el centro del living. Sintió alivio una vez que pudo sentir que la presencia de Thomas se encontraba en la casa. Por un momento, pensó en saludarlo, abrazarlo y demostrarle un afecto, pero decidió esperar. 

Pero la situación tomó otro curso.

Este hizo una acción que sorprendió a la muchacha: pasó de largo. No saludó, no la miró, ni le habló. Simplemente siguió su camino como si nadie se encontrara allí. ¿Acaso había sucedido algo que había puesto límites en su fugaz relación? ¿Se le habrá confesado a Isabella? Un nudo en su estómago comenzaba a presentarse lentamente. No le gustaba esto. 


La noche llegó y ___ decidió limpiar el dormitorio del muchacho. Claro, aprovecharía para escuchar explicaciones claras y coherentes. ¿Cómo podía ocurrir eso? Era completa humillante. Sobre todo para una empleada que entrega todo su esfuerzo. 

La chica subió y la puerta de la habitación estaba cerrada. ¡Diablos! Otro indicio. Otra mala señal.

Tocó la puerta y una voz masculina habló desde adentro. Su tono era de completa seriedad. 

Ella entró por la puerta y Thomas no pensó en mirarla, ni siquiera le dirigió la palabra. Se encontraba leyendo algo en su celular. Parecía bastante adictivo como para ignorar a la chica que hace poco había besado apasionadamente hasta el punto de cumplir sus mayores sueños. 

-¿Qué limpiarás?- Preguntó él, totalmente superficial. 

-¿Cuál es tu problema?- Interrogó ella rápidamente.

-Ninguno. Dime, ¿Que limpiarás? Todo está limpio.- Utilizó un tono bastante alto. ___ se sintió nuevamente humillada. Se sentía una porquería. 

No creyó que lo haría pero lo hizo igual. Arrojó el balde con agua al suelo y este se quebró. El agua corrió, rápidamente, en todas las direcciones, hasta el punto de llegar a debajo de la cama de Thomas. 

Él quedó anonadado. No podía creer la escena que estaba observando. 

Ella recorrió la habitación nerviosa. Parecía una loca. 

-¡¿Qué te hice yo?! ¡¿Qué te hice yo?!- Gritó, a punto de llorar. Se sentía cansada. No le gustaba aguantar problemas ajenos. Thomas quedó boquiabierto. ___ lo tomó de la camisa y lo sacudió como una bolsa. -¡Dime!- Un grito ahogado se escuchó en la habitación. -¡No estoy para aguantar malditos problemas ajenos! ¡¿Qué no te das cuenta?! ¡Paso día y noche limpiado y cocinando para ti! ¡¿Qué más quieres?! ¡¿Te crees que porque eres famoso puedes hacer lo que quieres?! ¡Despierta!- Las lágrimas tocaron las mejillas de la joven. Se sentía cansada de muchas cosas. 

Thomas articuló palabra, pero no sabía exactamente que decir.

-Necesito que te vallas... Ahora.- Susurró con odio en respuesta al sermón de la joven.

-Vale.- Respondió, con un rostro de total decepción.

___ se dirigió a la salida. Al pasar por allí, tomó un jarrón y lo arrojó contra el suelo de madera lustrada. Luego, se fue y cerró de un portazo su habitación. 


Thomas cayó de su mundo de fantasía y entendió que había hablado casi de manera inconsciente. Maldita sea. Esta noche había sido terriblemente grave.



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Holii!! ¿Cómo están cerezas delicioooosaas? 

MACRI PRESIDENTE, ahr.

Bueno, nada. Re corto, ya se. Me odian por haber generado taaaaaaaaaaaaaaaaaaall crisis pero wee. Las amo lectoras♥

Beesoss.

-Pau.

PD: LEAN MUCHO, VOTEN MUCHO Y COMENTE COSAS SHUUULAAASS.



Fangirl-Thomas Sangster y tú- #Wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora