CAP XXIX

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Había decidido salir de la casa nuevamente, pero, lamentablemente, ¿Qué sabía yo que aquel día sería el último de aquel loco e inigualable amor que había formado junto a Thomas?

Abrí la puerta principal de la residencia Sangster. La noche traía consigo un viento helado y a lo lejos, se observaba gente.
Junto con mi tapado de color negro con grandes botones del mismo color, unas Vans de lona y gamuza, unos jeans oscuros y una campera negra con blanco por debajo con capucha la cual estaba utilizando, me veía realmente como un emo.
Tenía ganas de ir por unos nachos con queso a la estación de servicio más cercana. Mi apetito era incontrolable, de verdad.

Antes de dar al menos un paso para cruzar la calle, mi celular sonó. El número era desconocido y había grandes probabilidades de que sea aquella chica de pelo rojo que tanto había buscado.
Atendí.
-Aló- dije temblorosa.
Una respiración tenebrosa se oía del otro lado del móvil. Y mi corazón, mi corazón habló por si solo: -¿¡Qué más quieres de mi!?- grité con todas mis fuerzas. Fue raro que nadie me haya escuchado. Me sentí más liberada.
-A tan solo dos calles de donde te encuentras, te estaremos esperando- Una voz de hombre habló del otro lado.
-¡No!- Hablé. Una pequeña risa malvada se escapó de la boca de la otra persona.
-Sé que quedrás venir o tu querido Thomas pagaría... por tu terrible error- Y se cortó.

No sabía que pensar.
Realmente, no lo sabía.
Mi cabeza hervía y mi corazón palpitaba tan rápidamente como para decir que podía tener un paro cardíaco ahora mismo. La situación era confusa y sin duda, no se lo deseaba a absolutamente nadie. Como una tonta, decidí arriesgarme. Vamos, tengo que ir! me auto convencí.

Caminé dos calles a la derecha, justo por donde la muchacha de pelo rojo había escapado hace un par de noches.

Era noche de luna llena.
¿Estaba lista para esto? Ni loca.

Fangirl-Thomas Sangster y tú- #Wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora