The Hills // Z.P [EDITANDO]

III

- Bueno, lamento que vieras eso- digo rascando mi nuca

Louis sale de la cocineta sonriendo, con su cabello amarrado en una pequeñisima liga.

-Son muy agradables, deberías invitarlos más seguido-

Quito mis pantalones y los cambio por una pijama de felpa

-Si bueno, cuando son tus padres...las cosas no son lo que parecen-

Louis se desliza bajo las cobijas tapándose como un pequeño burrito.

-Fueron amables, Liam. Además, ya extrañaba sentir lo cálido que es el abrazo de una madre-

Me quedo parado a mitad de la habitación sin saber que decir, Louis tenía razón. En su situación, un poco de amor maternal era lindo. Lo entendía.

Y ahora me sentía una mierda.

-Bueno, es hora de dormir amigo- digo incómodo rumbo a mi cama listo para dormir.

-Buenas noches, Liam-

-Sueña lindo, Tommo-

**

Louis me había mandado prácticamente a la mierda cuando le invité a ejercitarse temprano conmigo. No creí que fuera tan irritable si lo despertabas temprano.

Mi rutina de vida era simple: gimnasio, escuela, almuerzo, tarea, y a dormir.

Y por supuesto, que estaba más que acostumbrado a organizar mis tiempos. Pero ahora debía hacer un espacio para buscar empleo, Harry había prometido que buscaríamos uno pero terminó todo distinto al plan. No sabía si encontraría algo pero tenia esperanza en que si.

Miro a través de la enorme ventana del gimnasio escolar, era hermoso. La neblina matutina y el ligero tono purpura en el cielo lucía sobre los edificios clásicos. Aún no me creía que estuviese aquí, cumpliendo el sueño que veía tan lejano.

Claro que costó mucho trabajo, pero valió la pena.

Mis manos sudan de pensar en las primeras clases, era estúpido ponerme así, pero obviamente todo es nuevo...Las materias, los profesores, los compañeros.

Madre mía. Los compañeros.

Gracias a Dios, mi roomie era demasiado agradable, pero estaba seguro que no tardaría en aparecer un rompe bolas que me haría la vida de cuadros. Siempre existe el malintencionado con ganas de joder a la gente. Claramente, el idiota de la clase.

No quería problemas ni mucho menos, pero si me lo llegara a encontrar, no dudaré en cerrarle la boca.

Bebo un poco de agua y continúo elevando la potencia a mi caminadora.

- Te recomiendo que no sobrepases el límite-

Descuelgo mi audífono derecho y miro hacia la cálida voz que me habló.

- ¿Qué?-

Para cuando volteo , mi boca ya está en el suelo. Alto, delgado, brazos fuertes, cejas tupidas, y unos hermosos e hipnotizantes ojos avellana.

Juro que había llegado al cielo tan solo con verlo .Llevaba el cabello medio húmedo debido al sudor.

Intento acomodar mi cabello pero mis torpes pies se enredan haciéndome tropezar sobre la maquina.