XXII

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Un ardor en la garganta me hace despertar. El clima helado de la mañana se colaba por la ventana y yo me encontraba completamente destapado.

Estiro mi mano hasta el otro lado de la cama pero el tibio cuerpo de anoche, ya no estaba. Hago puchero y me enderezó hasta quedar sentado al borde del colchón.
Ni siquiera había escuchado cuando Zayn se marchó. Reviso el reloj sobre la mesita de noche y apenas marcaba las 7 am, por suerte hoy no habría clases.

Hecho un vistazo a la habitación y me sorprendo un poco cuando miro hasta la cama del ojiazul, quien por supuesto no estaba. Aun que supongo que no debería ser tan raro ahora que él y Harry eran novios oficiales. Sonrío.

Sin poder conciliar el sueño de nuevo, me decido por tomar una ducha. Estaba pegajoso por la tonta escena de la noche anterior. Pero ahora ni siquiera podía enojarme sobre eso, me sentía feliz. Como si de pronto todo lo malo y abrumador se hubiese ido de mi mente...de mi cuerpo entero.

Y Zayn era el culpable de eso. Lo que dijo ayer...ese beso. Me había vuelto loco.

Sabia que no podía esperarme la gran cosa del morocho, pues estaría haciéndome ilusiones, y todos sabemos que las falsas ilusiones son las que lastiman. Pero mi corazón aún tenia la pequeña luz de esperanza en que Zayn y yo pudiésemos darnos una oportunidad... Solo una.

Termino de lavar mi cuerpo y salgo del baño enrollado en una toalla. Bañarse en pleno invierno era una tortura.Camino hasta el closet sacando una muda bastante abrigadora. No me iba a arriesgar a pescar un resfriado.

Estoy por ponerme los boxers cuando unos suaves toquidos suenas detrás de la puerta principal. Ruedo los ojos y me apuro en subir la tela entre mis muslos.

-Buenos días, cielo- dice Harry mirándome de arriba a abajo

-Llegas en el momento menos indicado-

Me hago a un lado permitiéndole entrar y éste con gusto acepta quitándose la boina que posaba en su cabeza.

-Bueno, lamento ser tan inoportuno pero estoy muy emocionado-

-¿Por?- pregunto tomando una sudadera entre mis manos y deslizandola sobre mi torso.

-¿Qué no sabes que día es hoy?- dice indignado cruzándose de brazos

Miro hasta el calendario colgado en el muro de Louis y levanto una ceja

-¿6 de diciembre?-

-¡El musical de invierno, Liam!- gruñe tomando asiento sobre la cama del ojiazul

-Oh-

Termino de ponerme la ropa, y paso los dedos entre mi cabello intentando darle algo de forma.

-Que gran amigo eres- me reclama haciendo un tierno puchero cual niño pequeño

-Perdona, lo había olvidado. Pero estaré ahí, no te preocupes - tomo asiento junto al ojiverde- Hasta te llevaré rosas.

Harry me mira de reojo con una pequeña sonrisa tirando de las comisuras de sus labios. Sabía que las flores era una de sus debilidades.

-Bien, pero que sean rojas - muestra sus lindos hoyuelos

-Bien, pero ahora dime...¿Dónde está Louis?-

-Oh, en el auditorio, se quedó a dormir conmigo y el profesor nos citó a las 6:30 para preparar todo- dice encogiéndose de hombros

Me levanto hasta la cocina y comienzo a prepara el desayuno.
Creo que solo había avena.

-¿Y por qué no estás allá? No es que me moleste tu visita, pero el musical es más importante-

The Hills // Z.P [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora