- ¡Llegaste justo! - me dijo mientras abría la puerta.
- Si, me escapé del laburo para venir a verte - le dije mirando su jumper sorprendido.
- Sos tan lindo - contestó dándome un sensual beso de bienvenida.
- ¿Vas a la escuela? - le dije aún sin salir de mi asombro
- "Escuela" dice el viejito jaja - dijo tan canchera que daban ganas de hacerle el amor en cámara lenta - voy al secundario.
- ¿Pero cómo no me dijiste? - le pregunté tierno.