Cap 2

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Estaba parada cerca de la barra bailando con unas amigas, pedí ron y Campari y me acerqué hacia ella. "Amor, acá te traje el Campari que me pediste" y ofreciéndole el vaso con mi mejor cara de serio bastó para robarles risas a las tres. Al minuto las amigas se fueron, señal primigenia de que ya era más fácil embarrarla que hacer las cosas bien. Charlamos bastante, lo mejor era verla reír, segunda señal de que todo estaba excelente.

Pusieron una bachata, agradezco a la vida haber nacido en esta época y que esté de moda ese ritmo. La rubia se llamaba Sol, era casi de mi altura y tenía las curvas más peligrosas que habían amarrado mis manos en toda mi vida. Y se movía como una pantera mientras bailaba.

Queriendo ser tu maestro, acabe aprendiendo de vosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora