Nuevamente se alejó de mí para volver y dejarme la boca a escasos cinco centímetros. Sin para de bailar y mirarla nos fundimos en un beso desesperado. Se terminó el mundo para nosotros dos. Parecía como que la música se hubiese apagado, la gente se hubiese ido y solo quedásemos Sol y yo. Nos besábamos como dándonos pinceladas libres y al azar de un cuadro abultado de colores, Sol jugaba con su lengua dentro de toda mi boca y yo la perseguía con la mía, mientras nos besábamos me apretaba tan fuerte contra ella que lograba sentir todo el esplendor de mi calentura en su cintura. Las tetas de Sol se agolpaban contra mi pecho.
- Vámonos de acá - le dije.
- ¿Dónde? - me preguntó entre risas, con la boca húmeda de mis besos.
- Vamos a mi departamento, vivo cerca - le respondí secándola con mi dedo.
En ese instante Sol me chupó la punta del dedo sin dejar de mirarme, volviéndome loco.
- No puedo dejar a mis amigas solas, hoy no puedo - contestó con mi dedo en su boca.- Dejalas a tus amigas, yo les pido a mis amigos que las lleven - le ofrecí.
- Es que se vienen a dormir a mi casa, no las puedo dejar en banda. Se van mañana Domingo, si queres el lunes te invito - dijo decidida.
Y terminamos la noche tomando unos tragos, entre besos, baile y calentura. Llegué a mi casa al palo, como cuando era chico. Sol estaba divina, ese lunes la iba a llamar sin dudas.
La rubia hermosa se anticipó a mis deseos, lunes a media mañana me escribió al celular.
¿Venis a mi casa hoy bombón?
¡Claro que si divina!
¿Me pasas a buscar?
Dame hora y lugar
¿Puede ser tipo doce y media por Belgrano y Pedro Molina?
¿De la noche?
No, de la mañana, en un ratito.
Dale, no hay drama, te espero ahí.
Me pareció raro y divertido una cita tan diurna, de poder elegir hubiese optado por la noche sin dudas, pero bien... parece que las ganas de vernos eran mutuas. Puse una excusa para irme de la oficina temprano y antes de buscarla a Sol pasé por mi casa para bañarme y ponerme ropa más cómoda.
Este camión debe trabajar en Triunfo... esa oficina está lleno de minas ricas por ser la central, no hay nadie más pajero que los vendedores de seguros, pensaba y reía mientras me bañaba. ¡Ya veo que es profe del Magisterio! Y se me empezó a parar de imaginarla en calzas practicando educación física. También está la Casa de gobierno cerca, quizás labura ahí o en tribunales y se me aparece vestida de secretaria y la mato. Aunque puede ir a la UTN... no tenía mucha pinta de estudiante, mucho menos de ingeniería, pero que se yo... esta tan rica y es tan perra... me va a pegar una garchada increíble. Hablaba solo mientras me vestía y perfumaba.