CAPITULO 3

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Abrí los ojos, en realidad no sabía lo que me paso, lo único que puedo acordarme es que, algo tiró de mi pantorrilla y me trago la tierra.

Ese lugar era mucho peor que el anterior, en este no se escuchaba absolutamente nada, ni una sola alma, estaba tan sola, decidí sentarme, me sentía más observada, mas temerosa; tanto en las paredes como en el piso estaban escritas unas letras que no entendía el significado, parecía que estaba en latín, toque el suelo y siento que la pintura estaba húmeda, a mi alrededor empezaron a salir del suelo más letras; me pare de ese lugar donde estaba sentada, escucho un ruido al lado derecho, miro, veo algo arrastrándose, cual serpiente, otro sonido similar a la izquierda, y otro a la derecha, y otro, fueron tanto los ruidos hasta que escuche un sonido estruendoso y se encendió una luz, parecía una hoguera, camine en dirección a esta, patee algo sin darme cuenta, y escucho un sonido de dolor, miro hacia abajo y era lo más terrible que jamás vi en toda mi vida, grité del susto que me produjo; un ser humano, con los ojos y los labios cocidos, de ambas partes salía chorros y chorros de sangre, ensuciando mi ropa, y eso no era lo peor, tanto de sus manos como de sus pies estaban amarrados con alambre de púas, rasgando su piel, lastimándolo con cada pequeño movimiento que daba, algo que me produjo curiosidad, es que no tenía vellos en el cuerpo, tampoco tenía cabello ni cejas, estaba vestido con un traje desde la cabeza hasta los tobillos, envuelto así como una larva. Cogí una piedra filosa que estaba a mí lado empecé a descocerle la boca, lo cual produjo un grito:

- Ayúdame, por favor, ayúdame, mi cuerpo se quema dentro de esta vestimenta, quítame el hilo de los ojos

- Está bien, pero por favor no te muevas no quiero hacer ningún movimiento en falso

Mientras le quitaba el hilo de los ojos la sangre empezó a disminuir, el gritaba, cuando por fin termino de deshilar, estaba con los ojos cerrados, él me estaba agradeciendo, cuando abrió los ojos se calló, empezó a gritar y temblar descontroladamente

- T... TU ERES TU!,

- ¿Qué sucede?

- ERES TU... ¡ERES TU¡

- Déjame ayudarte... no te hare daño...

- NO! NO! ALEJATE DE MI! NO TE ACERQUES!

Estaba retrocediendo, el gritaba desenfrenadamente, de pronto una gran vara lo calla, atravesando por su cráneo, brotando chorros de sangre, elevo mi vista, pude notar que era una mujer no muy joven ni muy vieja

- Ellos son una plaga para el averno entero, lo mejor es exterminarlos a todos para que no estorben

- ¿Porque... porque le hizo eso?

- Él quería atacarte, sus movimientos eran amenazantes

- Estaba muy lastimado, ¿Por qué?

- Tenía mucha habilidad con su labia, conseguía limosna de los pobres para poder enriquecerse centavo a centavo, su lujuria por ver cosas prohibidas y la mentira, hizo que el mismo tuviese un pasaje gratis al segundo círculo del averno, lugar de los que en vida fueron lujuriosos, la mentira regía su vida, robaron el bien de los buenos, tuvieron el camino del bien, pero se aferraron al mal camino, en vez de pisar rosas pisaron clavos oxidados, en vez de que salieran palabras honestas y verídicas de sus labios, salía puro veneno contaminando a los que en su entorno estaban.

- ¿Él no era bueno?

- Si con lo que te conté no comprendiste mi lógica, ve y pregunta a otro, tal vez te explique mejor

- Lo siento mi intención no era ofenderla...

- Encuentra tu propio camino, no cuentes más conmigo, vete

- Pero necesito encontrar el camino de vuelta... usted podría ayudarme...

- ¡VETE¡ Vete, nunca podrás encontrar el camino de vuelta, te quedarás aquí para siempre, como lo que eres... Vete

Las palabras de la mujer me dejaron sin ganas para poder seguir con mi lucha, nadie quería acompañare, tenía que sufrir sola, no puedo acordarme de todo lo que hice cuando estaba aún con vida, sus palabras eran muy sabias, hablaba con mucha seguridad de que el averno era el lugar donde pertenecía, trataba de hacer un poco de memoria para poder redimirme, este no es el fin, este no es mi fin.

inxyi


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