CAPITULO 7

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Vi cabezas, brazos, piernas, hasta huesos, todo juntos en una "bola" de humanos (bola por decir de manera vulgar) era realmente terrible todos esos pobres humanos juntos, sin poder moverse, sin saber cuál brazo, o pierna era la suya, me acerque con mucho temor a esa especie de "bola" humana, dentro de la misma se escuchaban voces de auxilio, totalmente histéricas, desenfrenadas, asustadas

- ¡Auxilio! Por favor ayúdame, necesito salir de aquí

- Pero... como puedo sacarte, tendría que abrir y lastimar más a estas personas de lo que ya están para que puedas salir

- ¡Te lo imploro, por favor, ayúdame, además no soy la única que está aquí adentro, POR FAVOR!

- Lo siento, no puedo...

- ¡QUE! Es decir que me dejaras aquí adentro, por más de que haya pedido tu ayuda, ¿no tienes compasión?

- No tanta... me debo ir

- ¡Espera! No te vayas sin antes escuchar mi historia de cómo estoy en este lugar, espero que eso no me niegues

- Tengo mucha prisa...

- Escúchame

- Está bien...

- Mi soberbia, me trajo hasta este punto, jamás pensé que esto me llegase a pasar, ponía mis necesidades antes de las de los demás, no me importaba nada más que yo misma, muchas veces destruí lazos que nadie debió perturbar, era además de soberbia, ambiciosa, tenía todo lo que una mujer podría desear, pero quería más, mucho más, no me daba cuenta que además de mí también estaban otras personas con quienes podía compartir todos mis logros, mis felicidades, mi tristeza, en mi mundo solamente habitaba una persona: yo

- Y por lo visto no has cambiado, quieres prácticamente mutile a toda esta gente solamente para obtener tu libertad.

- Te lo agradecería bastante

- Seguro, pero aunque me agradezcas no puedo

- ¿¡NO PUEDES VER QUE SUFRO AQUÍ ADENTRO!?

- Tienes que pagar todo lo que hiciste en tu vida anterior, por lo que deduje estas aquí porque solamente querías todo para ti, como todos ellos que están a tu alrededor, el averno les dio una cucharada de su propia medicina, todos juntos para que se dieran cuenta que no son los únicos, lastimosamente esta tortura jamás se acabará, estás buscando ayuda en alguien que tiene más inteligencia en un dedo meñique, que cuatro generaciones de todo tu familia entera.

- ¿Tu última palabra es esa? ¿Me dejaras aquí?

- Si

- Está bien, además de maldecirte a ti, también lo hare con las cuatro generaciones futuras, sufrirán, no tendrán que comer, tendrán que ir a buscar su comida tal cual los animales, la sociedad los repudiara, su muerte será tremenda, los gusanos se abastecerán muy bien con su carne podrida, tal cual es tu alma, terminar igual que tú, ni tu maldición ni la de ellos podrá ser revertida, no fuiste buena en vida, te conozco... también conozco los pecados que cometiste para que sufras todo esto... como yo no soy como tú, te adelantare una cosa... jamás podrás salir de aquí de nuevo... jamás, por más de que te arrepientas de todo, te quedaras aquí... la oscuridad llegara a vencerte, y tú no podrás hacer nada para combatirla...

- CALLÁTE, NO QUIERO ESCUCHAR MAS...

Ella seguía hablando, no pude ver su rostro, pero pude notar las carcajadas que le daban al ver mi miedo y mi incredulidad, de la impotencia, cogí una piedra y empecé a golpearla, golpearla con todas mis fuerzas, ella gritaba, y no solamente ella, sino las personas que estaba alrededor suyo, también les hacía daño a ellas, de pronto se callan y yo seguía golpeándolas; se abalanzan de un lado para el otro, parece que iban a caerse encima de mí, efectivamente una gran avalancha de humanos estaba cayendo encima mío, trate de correr pero fue inútil, ellos me lastimaban, unos me pateaban, otros me arañaban o me jalaban los cabellos, otros que solamente eran caras me mordían, ya no aguantaba más, hice todo mi esfuerzo para salir, y lo logre estaba sangrando por todas partes, estaba arrastrándome hasta que una mano me jala de mi tobillo, estaba llevándome de nuevo a esa gran bola humana, pude agarrar la piedra con la que estaba golpeando a esa mujer, y golpee sin ver a quién o que estaba golpeando, solamente golpeaba, todos en esa "bola" gritaban se escuchaba sonidos del exterior y dentro también, golpee esa cosa como unos tres minuto seguidos, sin parar, y se calló, me soltaron, ya no había alguien que me detenga. Me pare, demasiada lastimada, pude sentir más dolor de lo que sentía antes, me di la vuelta para seguir, estaba caminando, y escucho un ruido, me di la vuelta, y esa bola se levantó de nuevo, no la había derrotado, empieza a caminar en dirección hacia mí, todas las caras tenían su vista puesta en mí, me miran con odio, todos sin excepción, eran muy lentos así que corrí, pude sentir como temblaba el suelo, veo y ellos corrían demasiado rápido como para soportar kilos de peso, si esa cosa llegaba a mí, ya no había nada que contar, estaría muerta, toda mi historia, todo mi recorrido durante el averno estaría destrozado, nunca sabría si pude salir de ahí o me quede, todo estaría perdido, todo.

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