CAPÍTULO 5

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Jueves 10 de octubre...

Dime Nina dije a través de intercomunicador de mi despacho.

Señorita Bennett, el señor Lee desea verla en su despacho y me pidió que le preguntara si puede ir en este momento me informó ella con voz amable.

Claro, en un momento estoy ahí respondí.

Habían pasado casi tres días desde que estuve con Theo y nos entregamos mutuamente a la pasión y atracción que existía entre nosotros; no nos habíamos visto desde ese día en su pent house y no por falta de ganas si no por falta de tiempo. Entre nuestros negocios personales y los negocios de Be&Le habíamos pasado muy ocupados; algo que en realidad agradecía ya que no sabía cómo me sentiría al estar frente a él de nuevo.

Mi corazón se aceleró por la petición de verme cosa que no me agradó mucho, pues deseaba mantener nuestra relación en la amistad nada más y que me sintiera así no ayudaba mucho.

No supe de Ryan después de nuestra fallida reunión de trabajo, pero sabía que tarde o temprano tendría que enfrentarme a él y así poder superar el pasado. Al llegar a casa después de haber pasado el día con Theo y tener sexo durante horas, me comuniqué con Darcy porque necesitaba verla y hablarle de lo que me había sucedido con Ryan; omití lo que pasó con Theo porque sentía que aún no era el momento de que lo supiera.

«— Cariño, sabes que hay tormentas que duran más que otras y a veces dejan de ser eso solo para convertirse en huracanes o incluso tornados — dijo Darcy tres noches atrás cuando estábamos en mi habitación metiéndose una enorme cucharada de helado de chocolate a la boca —. Por tu experiencia pasada también sé que a veces sientes que la calma nunca te llega y tal vez sea así; porque soy tu amiga te lo digo claro y sabes que jamás te mentiré — aclaró señalándome con su dedo índice — y pues sí, tal vez tu vida siempre será así, una tormenta eterna que rara vez descansará o un tornado que en lugar de calmarse se hará más fuerte — alcé una ceja por sus palabras y la enorme inspiración que había estado cargando durante días —. A lo que quiero llegar Annabelle es a que tienes que aprender a bailar bajo esa tormenta; te hiciste más fuerte con tus desgracias y a veces de lo malo viene lo bueno solo es cuestión de tiempo.

No es fácil murmuré lloré y sufrí mucho por amor y que Ryan esté de regreso en mi vida me aterroriza — acepté —, pensé que él sí sería mi amor verdadero, pero me equivoqué dije con tristeza y me tumbé en mi cama.

¿Aún lo amas? cuestionó y me sorprendí; no había pensado en eso, no obstante, en el momento que ella hizo tal pregunta recordé cuando estuve frente a él y la rabia que me provocó, el odio y también el miedo porque volviese para dañarme, mas no sentí tristeza ni amor.

No respondí segura sentí de todo al verlo menos amor.

¿Ves? Lo has superado — exclamó emocionada —. Amiga cuando tu media naranja llegue, comprenderás porque fuiste la manzana prohibida de muchos — me reí mucho por sus locas y a veces muy acertadas metáforas y amé que me hiciera olvidar de mis malos momentos.

Ya no espero el amor le recordé aun riéndome —. Tú sabes que decidí no creer más en él y he sido feliz así.

Annabelle, hasta yo creo en el amor aseguró y con eso ya te digo mucho señaló con un tono descarado a la vez que guiñaba un ojo solo espera el indicado y disfruta de los equivocados».

Miedo a Amarte ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora