Capítulo 33

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Me aferré a Josh con mis manos empuñando las solapas de su saco y lloré con mi rostro pegado a su pecho, cada una de las imágenes de toda mi vida con Darcy se reproducían en mi mente hasta llegar ese terrible día, cuando subió a mi auto ilusionada, eufórica con un anillo de compromiso en su dedo y feliz ante la propuesta de su amado; grité con amargura al pensar en Tom y el dolor que sufriría al saber muerta a la mujer que amaba y lo peor es que me odiaría porque esa muerte era para mí y no para ella.

Escuché voces a mi alrededor, pero no les presté atención alguna, Josh no cedió en su agarre en ningún momento y se lo agradecí porque necesitaba un cable a tierra justo en ese instante. Sin embargo, de pronto me sentí arrebatada de sus brazos protectores y me vi envuelta en otros aún más, eran también cálidos, fuertes y familiares; su olor me inundó cada poro y mi cuerpo reaccionó al suyo. Levanté la vista y me encontré con la mirada afligida de Theo, sus manos acunaron mi rostro y revisó mi cuerpo buscando algún daño, mas no encontraría ninguno físico porque el único que sufrí estaba en mi corazón, en mi alma.

— ¿Nena, estás bien? — preguntó con voz afligida y negué en respuesta.

— No, estoy destrozada — hablé entre sollozos — ¿Cómo llegaste tan rápido? — le cuestioné.

— Estaba cerca de aquí. Josh informó a Adam lo sucedido y venimos de inmediato — explicó — ¡Mierda, Annabelle! Tuve tanto miedo de que algo te sucediera — tal sentimiento se percibía en su voz junto al alivio de tenerme en sus brazos y me sentí más culpable porque su amigo no pasaría por lo mismo.

— Darcy tomó mi lugar hasta en la muerte — lloré de nuevo y él me estrechó entre sus brazos y su pecho, acarició mi espalda de arriba abajo en un vano intento por aliviar mi dolor.

— ¡Malditos hijos de puta! — espetó de pronto haciendo que me separara de él — Han llegado muy lejos por tal de dañarme, se metieron contigo y eso no se quedará así. Necesito que me escuches bien, hermosa — pidió cogiéndome de las mejillas para que le diera mi total atención —. Después de la discusión con tu padre en mi despacho lo busqué otra vez, accedió a hablar conmigo y comprendió cuanto te amo, así que decidió ayudarme a protegerte — lo miré atónita —. Tú no estás protegida solo por Josh, tienes casi un ejército cuidándote desde las sombras.

— No entiendo — musité desconcertada, Theo acarició mi mejilla con amor.

— Tu padre y yo dispusimos a los mejores hombres para que te protejan y ellos se dieron cuenta de que estaba pasando algo raro — suspiró profundo —. Hermosa... Darcy no murió — me zafé de su agarre y me puse de pie de inmediato al no estar comprendiendo nada, él también lo hizo —, tu coche está monitorizado y uno de los chicos accedió al sistema y notó la bomba, antes de que Darcy se subiera a él mis hombres la interceptaron. Ahora mismo está rumbo a casa de Tom.

Llevé una mano a mi boca y la cubrí, mis ojos estaban desorbitados y mi corazón a punto de sufrir un paro cardiaco. Theo no podía mentirme en algo como eso, no obstante, me daba miedo que todo eso se estuviera formando en mi cabeza por la desesperación que sentía de saber a mi mejor amiga viva y salva.

— ¿No estás mintiendo? — susurré con ilusión.

— Jamás lo haría — aseguró y sacó su móvil y marcó —. Pásamela — pidió cuando le respondieron y después me tendió el móvil —. Habla con ella — casi le arrebaté el móvil de las manos y me lo llevé a mi oído.

— Dime que sí eres tú — supliqué con la voz cortada.

Tienes al mejor de los hombres Ann. No solo cuida de ti sino hasta de tu mejor amiga, aunque te juro que casi me cago cuando ese enorme mastodonte me subió a una SUV — no dije nada de inmediato, solo lloré dando gracias en mi mente a Dios y a la vida por permitirme escuchar esa voz chillona una vez más.

Miedo a Amarte ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora