- ¿Lista para la entrevista? - me preguntó _______.
No sabía que responder. Todo mi cuerpo temblaba como si de una hoja se tratara.
- C-c-creo que sí... - contesté por fin.
De hecho, estaba todo lo preparada que iba a poder estar. El equipo de vestuario, peluquería y maquillaje había hecho un trabajo excelente. Me sentía extraño y no era completamente de mi agrado, pero sabía que a todo el Capitolio le iba a encantar. Lucía un largo vestido negro ceñido a mi figura, con un provocativo escote en la espalda y en el pecho. Aunque podía parecer sobrio, el maquillaje se había encargado de que fuera todo lo contrario. Mis ojos estaban teñidos con llamativas sombras naranjas y amarillas, dando a mi cara casi el aspecto de un petirrojo. Por supuesto, esto acompañado de unas exageradas pestañas. Mi cabello se encontraba semi-recogido, dejando una brillante cascada caoba sobre mis hombros.
- Estás perfecta - me dijo Elia cuando vio que me seguía mirándome - No estés nerviosa. Hemos preparado y ensayado la entrevista miles de veces. Sabes cómo hacerlo.
Anunciaron que quedaban cinco minutos para que comenzara la emisión y el primer tributo empezó a prepararse. Busqué a Gala y a Endar con la mirada. Los encontré no muy lejos de mí. Al igual que yo, ya estaban listos. Gala lucía un lindo vestido con vuelo en tonos pasteles, mientras que Endar llevaba un sencillo traje en azul marino.
- ¿Todo bien? - les pregunté. Ambos asintieron.
- Estoy impaciente. Quiero terminar con esto cuanto antes - dijo Gala.
- Creo que todos queremos hacerlo. No tardarás mucho, eres la séptima.
- Estas entrevistas son tan aburridas... - se quejó Endar - escuchas a doce tributos intentando contestar lo correcto e intentando enamorar al Capitolio, y después, a otros doce lloriqueando e intentando llegar al corazón de Panem. Y lo peor es que...
- Es que es todo mentiras - concluí su frase - Todos sabemos cual debe ser nuestro papel y respondemos a las preguntas lo más fielmente al guión que podemos.
- No pienso hacer eso - dijo Endar.
- ¿Cómo? - le dije.
- Mis mentores me han dicho que debo hablar de mi familia, de mis hermanos, y de cómo ayudo cada año en casa pidiendo teselas para ellos. Quieren que parezca un chico fuerte y entregado a su familia y que hará todo lo posible para ganar y poder seguir cuidando de ella.
- No es mal papel - comenté mordazmente.
- No lo pienso hacer. Pienso responder a las preguntas con la verdad. Esta noche no saldrá ni una mentira de mis labios.
Me sorprendí con su actitud. No era algo que muchos hacían, pero me parecía la opción más heroica. Por desgracia, no creía que mucha gente lo viera así. Yo, a pesar de que me apenara tremendamente hacerlo, mentiría en cada palabra, diciendo justo lo que la gente quería oír, y no lo que realmente pensaba. Me odiaría a mi misma después, pero tendría mucho tiempo para hacerlo si volvía de la arena.
Nos mantuvimos casi callados el resto del tiempo. Poco a poco, tributo por tributo, nos iban llamando a escena. Mis nervios aumentaban por momentos. Gala fue la primera de nosotros tres en ser llamada. Observé su entrevista con atención. Se mostró segura y contestó a todas las preguntas de una manera que podríamos considerar correcta, sin dejar largo tiempo entre la voz de Ceaser y la suya, pero sin tampoco mostrarse ansiosa o impaciente. No consiguió mostrarse como una rival fuerte, que de seguro era lo que Finnick había público la despidió con un entusiasta aplauso cuando salió del escenario. Había sido una entevista mediocre, pasaría sin pena ni gloria.
El tiempo se me hizo eterno antes de que me llamaran para salir. Cuando por fin lo hicieron se me encogió el estómago, y Gala tuvo que empujarme levemente para que saliera.
- Lo harás bien - me susurró antes de separase.
Como un autómata subí al escenario, saludé al público y a Ceaser y respondí a las primeras preguntas de este, sobre cómo estaba resultando mi estancia en el capitolio. No era casi consciente de lo que decía, mi lengua hablaba sola mientras que mi mente estaba lejos de allí. Busqué en las primeras filas del público y vi a mis mentores, que no me miraban con cara misericordiosa. Cercano a ellos vi a Finnick, que me observaba con su mirada clavada en mí. Eso me puso aún más nerviosa.
- Además Carla - prosiguió Ceaser - Hemos podido ver que la hospitalidad del Capitolio no es lo único que te ha gustado. Dime, ¿has conocido a alguien especial aquí?
¡Oh, Dios! Me estaba preguntando eso, ¿en serio? Mi corazón se aceleró y por primera vez necesité a mi mente completa para responder esa pregunta, así que mis ojos volvieron a Ceaser y me concentré en lo que estaba haciendo. Recuerda la estrategia, el guión de Elia... me recordé a mi misma.
- Bueno, podría decirse que sí - respiré, miré al público y me dirigí a él - He encontrado a una persona aquí, así que haré todo lo posible por volver de la arena con vida. Será difícil, pero confío en que lo conseguiré, y en que Panem me ayudará - me puse mi mejor máscara para convencerlos.
- Esperemos que sea así - dijo Ceaser - ¡Señoras y señores: ________Redfox del distrito 5!
Salí del escenario, al tiempo que Elia me felicitaba y me tranquilizaba. Busqué a mis aliados, y los encontré no muy lejos de allí. Gala me sonrió tranquilamente, sin embargo la expresión de Endar no fue nada aprobatoria. Caí en la cuenta de que, seguramente, después de lo que me había dicho, debía de haberle decepcionado. Me sentí mal, pero me obligué a mi misma a pensar que no había otra forma. Cada tributo elegía su estrategia. Me daba igual lo falsa que fuera la mía si con eso conseguía volver a ver a mi distrito.
El siguiente fue Endar, que tal y como nos dijo, contestó escuetamente a las preguntas que le hacían. Le observé. Estaba tenso, con los puños cerrados y me pareció ver un par de veces que miraba a Ceaser y al público con cara de desagrado.
- Bueno Endar, ¿qué te ha parecido el Capitolio? - intervino Ceaser.
- Es muy grande y con imperiosos edificios - el entrevistador sonrió con autosuficiencia - pero no me agrada - la sonrisa de Ceaser de esfumó.
- Bueno Endar, sin duda estás algo cansado, como es de esperar. Así que vamos a dejarte descansar para mañana - ambos se levantaron y se despieron - Señoras y señores: Endar del distrito 8! - hubiera jurado que el aplauso no fue nada efusivo.
Le esperé a la salida del escenario y le felicité, pero en verdad parecía muy cansado y no me atreví a decirle nada más.
Yo también estaba cansada, y me fui pronto a mi habitación. Vi a Finnick justo antes de meterme al ascensor. Pero tras aquella dura jornada, no tenía ganas ni fuerzas de hablar con él. Además, mi mente estaba ya lejos de allí. Se encontraba en el lugar al que mi cuerpo llegaría mañana: la arena. Nada más importaba. Sobrevivir.
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La máscara (Finnick y tú)
FanficEsta vez, la historia gira en torno a otro personaje: ____Redfox. Entrará a formar parte de la historia como tributo del distrito 5 de los 73º Juegos del Hambre. Intentará desesperadamente salir con vida de los juegos, y por el camino conocerá a per...