Peblo, un amor imposible.

Capítulo 2: Pedro, sonríe, que sí se puede.

Capitulo 2: Pedro

¿Qué me está pasando? ¿Por qué estoy contento aun habiendo metido la pata? ¿Por qué mi corazón late tan deprisa aún si el debate fue hace horas? Debe de ser por los nervios, llevo una semana durmiendo poco... A ver si consigo conciliar el sueño...

"Piu piu piu"

¡¿Un mensaje a estas horas?! ¡¿Pero quién está tan loco?!

Hola cariño, espero que ya estés en tu camita. Mañana te recojo a las 9:00 en la entrada principal del hotel y si quieres desayunamos algo juntos. Sé que estos días están siendo difíciles pero pase lo que pase quiero que sepas que voy a estar ahí aunque no podamos vernos todos los días. Y tú también sonríe, Eh? ;)

Bego.

Ah, mi mujer, claro. Había olvidado escribirla. Ultimamente olvido muchas cosas entre nosotros. Le cuesta seguirme el ritmo, y nunca encontramos ya momentos para nosotros. A veces pienso que ya no nos entendemos como antes, que a mí todo esto de estar en política me está haciendo evolucionar, y sin duda ella se está quedando atrás. Pero bueno, quizá sea por todo el tema de la campaña. A veces es duro. Espero que pronto todo vuelva a la normalidad.

Pedro se dispuso a poner el móvil en silencio cuando recordó que había silenciado las notificaciones de Telegram, pues como era una aplicación donde había muchos grupos de difusión le resultaba molesto. Al abrirlo para vaciar notificaciones, dejó su vista durante unos segundos de más en un mensaje. Pablo, nota de voz. Se dispuso a abrirlo para escucharlo de nuevo, pero no pudo evitarlo y lo adelantó hasta los últimos diez segundos. 'Sonrían, sonrían que sí se puede'. Y así, con el torso desnudo y las sábanas a la altura de la cadera, se durmió, consciente de ello, con una sonrisa que no entendía, pero que le gustaba.