Capítulo 17: Juanqui
Una vez todo quedó en silencio y tras estar seguros de que Pablo se había ido, Soraya no pudo aguantar más la risa.
Soraya:-JAJAJAJA, ¿ASÍ QUE NUESTRA BERENJENA ES GAY?
Juanqui:- No... Es así como nos tratamos en nuestro partido, cosas de hegemonía y compañerismo, ya sabes...
Soraya:- Señor Monedero, por favor, que se lo he escuchado decir, por favor, no mienta. En usted se notaba a kilómetros lo metrosexual que es en la vida privada, pero ¿El señor Iglesias? JAJAJA.
Juanqui no sabía qué decir. Estaba claro que no tenía escapatoria. Que sus rivales habían descubierto todo.
Joder, si es que ya le vale a mi cielín, no se podría haber esperado. Y mira que ponía excusas pero este hombre para tener trece matrículas y haber sido profesor es un poco Mariano... El problema es que seguramente ahora lo publiquen en todos lados, o nos lo echen en cara... Que seamos homosexuales no es un problema, lo malo es que sea dentro del partido...
Juanqui:-Sé que no diréis nada porque necesitáis mi ayuda.
Soraya:- Yo diría más bien que tú necesitas de nuestra ayuda para que no digamos nada. Así que espero que cumplas lo que te pedimos, porque si Pablo se entera de que has contado todo, te vas a quedar más solo que UPyD.
Juanqui:- No tenéis pruebas.
Albert:- ¿Seguro?¿Y que es esto que he encontrado sobre la mesa del salón?¡Vaya, si parece un poema! "Ay, Pablo, quien fuera goma para enredarme en tu pelo..." ¡Y está firmado por nada más y nada menos que Juan Carlos Monedero!
Juanqui:- Podría decir que es falso.
Albert:- Podrías, pero ya sabes lo que le gusta a la gente el cotilleo. En nada estaríais en el plató de Telecinco y no precisamente para hablar de política. Algún lío sí se armaría antes de las elecciones, lo que igual hace a Podemos bajar en votos.
Juanqui:- ¿Y yo que puedo hacer? Estoy fuera del partido...
Albert: Habla con Tania, con Íñigo... Averigua qué le pasa a Pablo. Apáñate. Tienes hasta el viernes anterior al 20D. Oh, y por cierto, aquí tienes tu depiladora.
En ese momento Juanqui se sintió más avergonzado que nunca. No sabía como no había caído en que podrían ser ellos. De todas maneras, la aceptó, pues era una Veet de bastante calidad.
Acto seguido, Albert y Soraya se fueron.
Juanqui se quedó solo en casa y sus gafas comenzaron a empañarse. Demasiada presión. Estaba en un lío, y lo sabía.
Decidió dormirse, y por desgracia, ni en sus sueños se libraba de Pablo. Soñaba que ambos corrían de la mano por una pradera llena de flores, de hierba verde, sin elecciones, sin partidos, sin presión. Él le hacía una corona de flores y Pablo la llevaba con gusto. Él leía sus poemas y Pablo le aplaudía bajo un cielo azul y primaveral.
Cuando despertó, ya en cielo cerrado, no podía más. No pensaría más en ello. Se levantó e hizo lo más machirulo que sabía hacer: Bajar al bar de abajo a beber. El dueño le conocía y nunca decía nada si Juanqui se pillaba una buena borrachera.
Lo que no sabía es que esta vez lo que encontraría allí sería diferente, pues a las tres cervezas, encontró a la más inesperada de las personas:
Garzón:-¿Una monedita para un hombre sin trabajo?¿Y una cervecita? Venga, por caridad...
Juanqui se quedó confundido, ¿Era de verdad Alberto Garzón?
Garzón:- ¡Hostia!¿Monedero?¿Aquí en Chueca?
Juanqui:-¿Garzón?¿Eres tú de verdad?¿Qué te ha pasado?
Garzón llevaba su típica camisa blanca entreabierta, aunque el blanco se estaba empezando a convertir en amarillo. Llevaba más barba que la típica de un par de días, y los pantalones se le caían un par de centímetros por debajo de la cadera. En cuanto a los hombros, eran igual de sexis de lo que aparentaban por televisión. Y su mirada, aunque cansada, seguía embelesando a las mujeres que se encontraban en el bar, aunque no terminaban de reconocer que era el mismísimo Garzón. Y como no, para Juanqui también estaba súper sexy.
Garzón:- Pues nada, ya te imaginarás. No nos dejaron espacio en el debate a cuatro y como que es difícil defender tus idea si no tienes un espacio donde hacerlo.
Juanqui:- ¿Pero y estas pintas que me llevas?
Garzón:- ¡Ah! Pero esto es de antes. Llevo en la calle un par de meses, el partido no tenía dinero y, bueno... Cuando toca aparecer en la tele y esas cosas por supuesto que me arreglo, pero para andar por el barrio...
En ese momento Juanqui pensó que podía invitarle a quedarse en su casa. Así, si Pablo aparecía, podía hacer como que lo había superado con nada más y nada menos que Alberto Garzón. Y, además, a cambio de ofrecerle su casa, podía pedirle que le ayudara a descubrir qué le pasaba a Pablo.
Se lo propuso, y Garzón, por supuesto, aceptó.
Juanqui:- Y bueno... ¿Sabes algo de las rarezas de Pablo?
Garzón:- Jajaja qué va, Juanqui. Viviendo en la calle te enteras de muchas cosas, pero no creo que nada sea verdad...
Juanqui:-¿Qué cosas?
Garzón:- Pues la gente no para de hablar del movimiento #Peblo. Pero vamos, es una coña de Twitter y esas cosas...
Juanqui:- ¿Peblo?
Garzón:- Sí, ¡Peblo! Juntan a Pedro y a Pablo. Dicen que en el debate estuvieron muy juntitos. A mí me parece una locura jajaja. ¿Te imaginas, dos contrincantes así juntos? ¡Venga por favor! Aunque las malas lenguas, aquellas que llevan más tiempo el calle que yo dicen que les han visto un par de veces juntos... Claro que creo que llevan encima una borrachera importante cuando lo dicen, así que...
Juanqui se quedó extrañado. ¿Podía ser verdad?
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Peblo, un amor imposible.
FanficLa historia de un amor imposible. De la contradicción entre tus ideales y tu corazón. Entre el deber y el hacer. Celos, traición, elecciones muy cercanas... Y tensión, mucha tensión: Pablo ama a Sanchez pero éste no tiene claros sus sentimientos. Mi...