"vuelvo a caer en viejos hábitos, vuelvo a no entender porqué me siento de esta forma, cómo y porqué solo con él.
¿por que no con mi ex? (que "me quería") ¿por que no con nadie mas? [...] siento angustia, nostalgia anticipada. porque se que es temporario y yo no quiero que te vayas.
y que mierda que no sepas cuanto te quiero, cuanto me importas y que tantos sentimientos callados me van a matar."
cierro los ojos y veo barcos,
una botella, números impares y un faro aún no terminado.
siento una barba recién crecida bajo las yemas de mis dedos,
el aire pierde el olor a menta y se envicia con uno a colonia nueva.
las luces cambian,
de verde a violeta,
mientras me dice "¿que te pasa? estas muy callada".
se da cuenta.
"lo noto en tu cara".
me abraza,
se queda en silencio y al no contar nada, insiste.
comienzo a sentirme cohibida bajo su mirada
y por un momento siento el impulso de confesar absolutamente todo.
"que me estoy volviendo a encariñar de mas,
porque si hablamos la noche no me es larga (sino infinita),
que me enamoro cuando te reis y junto a tus ojos asoman esas tiernas arruguitas.
que no me gusta pensarte abrazado con alguien mas.
que te adoro,
y que quiero que me adores.
que me duele aceptar que no me vas a dejar tenerte
y que detesto poco a poco perderte".
pero como no somos ni decimos nada permanezco callada.
eso pasa.
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Un boleto a Francia, por favor.
Non-FictionRecopilación de escritos que son demasiado cursis y personales como para leerlos en mi clase de Literatura.