Inmortal; Bella&Damon [EN EDICIÓN]

→ 03. Lost

¡Hello!, antes de que lean el capítulo, quería pedirles disculpa por el GRAN atraso. Pero como ya saben, es fin de año y los profesores se ensañan con uno y nos dan pruebas, trabajos y demás todo los días. ¡Pero ya estoy aquí!  Además tengo más libros que seguir.

...

***Narra Bella***

¿Lo serán?

Quiero decir, ¿serán vampiros, hombre lobo, caza-vampiros? O tal vez, mi mente me jugaba una mala pasada. Pero de alguna forma se enteraron, y eso no es bueno para mí.

Aún no quiero que sepan de mi existencia, no por ahora. Solo quiero una vida relativamente 'normal' como una adolescente cualquiera, si es que se le puede decir así.

Quiero disfrutar y salir a fiestas como una niña que recién conoce el mundo, aunque ese no sea un ambiente relativamente que ame. Aprovechar mi último año de instituto, beber todo lo que pueda y por supuesto conocer a chicos para olvidar a Edward.

—Que fastidio—. Pensé en voz alta, haciendo que un chico girara a verme con desagrado, pero rodee los ojos evitando cualquier contacto visual con él. Aun sabiendo que por cualquier cosa lo llegue a recordar, por el más mínimo aroma similar, me acuerdo de él.

Flash Back.

—¡Edward, ya bájame! Me haces cosquillas—. Reclamaba mientras golpeaba su espalda suavemente. Sabía perfectamente lo que hacía; acabar con mi paciencia.

—Tranquila Bella, duele—. Decía juguetón, a la vez que me dejaba en el suelo.

Giré en mi posición para declarar: —Te amo, Edward—. Susurré para dejar que él acariciara mi mejilla lentamente, y cerré los ojos para sentir su mano rozar mi mejilla con calidez, a pesar de ser un ser bastante frío.

—Y yo a ti, Bella. Te amaré hasta que ya no me queden razones en el mundo—. Me besó. —¿Vamos a dar otra vuelta por el bosque? Pero el que pierda ahora, debe preparar el desayuno de mañana—.

End Flash Back.

Edward... y sus estúpidos recuerdos. Recuerdos que son como una bomba atómica que se va expandiendo cada vez más, y que deja secuelas imborrables.

Nos encantaba caminar, y hacer carreras con nuestra velocidad vampírica por el bosque, era nuestro lugar favorito.

Cuando Charlie no me dejaba verlo, me escapaba de casa especialmente para encontrarme con él. Rutinariamente nos veíamos a escondidas.