- ¿Bella? ¿Bella? – Una voz débil y poco familiar me llamaba a través de la oscuridad. Me moví con irritación. No quería hablar con nadie, quería dormir. Me dolía la cabeza y el pecho terriblemente ¿Estoy enferma?
- ¡Bella! – Un ruido palpitante, alguien golpeando cerca de mi cabeza. -
Con gran esfuerzo, logré abrir los ojos. Todo era borroso y blanco, también cerca, y empujé hacia la blancura, tratando de deshacerme de ella. Me moví, sintiendo bajo mis manos crujir de tela, y lentamente el mundo volvió a entrar en foco.
La materia blanca era humo, noté que llenaba el espacio por delante de mí. Debo haber tocado algo, pensé aturdida, y levanté la mano al dolor de mi cabeza. Mis dedos salieron de color rojo brillante, húmedos con sangre. Había una dolorosa sensación de magulladura en mi pecho y rebusqué en mi cinturón de seguridad, manchando la sangre de mi camisa.
Una ola de pánico se apoderó de mí. Podría haber muerto, literalmente con alguna astilla grande.
- ¡Bella! – Me gritó la voz de nuevo, y salté.
Un chico unos años mayor que mí, con el pelo corto oscuro y cejas espesas, estaba fuera de mi ventana, haciendo sonar la manija de mi puerta.
- ¡Bella! – Dijo bruscamente. - ¡Rápido! Tienes que salir del coche. –
La intensidad de su voz me hizo alcanzar automáticamente la manija de la puerta, pero luego aparté la mano.
- ¿Quién eres tú? – Pregunté con cautela a través del cristal. - ¿Cómo sabes mi nombre? –
- No hay tiempo para explicaciones. Por favor, solo confía en mí. Estoy de tu lado. – Sus ojos color avellana se mantuvieron estables, suplicándome. – Tienes que salir del coche. –
Algo en su voz me hizo apurar en desabrochar el cinturón de seguridad y abrir la puerta de la camioneta. Pero antes de que pudiera decir nada, él me encerró en su brazo y me arrastró por el lado de la carretera, lejos de la camioneta.
- ¡¿Qué estás haciendo?! – Exclamé, tratando de cavar en mis talones y alejarme. - ¡Suéltame! –
Es pleno día.
- ¡Ayuda! – Grité con voz estridente en mis propios oídos, pero no llegó ayuda.
Miré a mí alrededor salvajemente, pero no habían otros coches a la vista. La mano del chico era como una banda de hierro alrededor de su muñeca, tirándome.
Estuve reuniendo aliento en un grito por ayuda de nuevo – seguramente debía haber alguien al alcance de mi oído -, cuando mi captor se detuvo y me soltó.
- Estás bien. – Dijo, apoyando las manos en las rodillas y tomando grandes bocanadas de aire. – Esto debería ser suficiente. –
- Qué diablos crees... - Empecé con vehemencia. –
Y entonces fue cuando mi camioneta explotó.
Se elevó una gran bola de fuego y un sonido de "boom", como en las películas. Una pesada nube de aceitoso humo negro se levantó de las llamas.
Mi cuerpo se sintió entumecido. Mi estómago se revolvió con náuseas mientras parpadeaba en estado de shock hacia el humo oscuro, las llamas hambrientas.
Me sentí tan segura como un vampiro. No tengo que preocuparme por envejecer o enfermarme, morir a manos de ladrones, demonios, hombres lobos o cualquier otro tipo de ser sobrenatural que quiera dañarme, pero en ese momento me sentí vulnerable.
Todo de lo que había tenido que preocuparme, había pensado que eran causas muy humanas de muerte. Evidentemente no me afectarían. – como un cuchillo, pistola, estrangulación.
Un coche explotando en la calle, conmigo dentro.
Envolví mis brazos a mi alrededor, incapaz de apartar la mirada del coche en llamas.
El chico de cabello oscuro estaba de pie a mi lado, mirando el fuego con una leve expresión de intriga, como si se tratara de un programa de televisión o un experimento de ciencias. Era sólo de mi altura, pero tenía brazos y hombros bien trabajados, como un atleta.
- Soy Jack. – Dijo, haciendo que fijara mi mirada a él. Automáticamente reuní mi poder de telepatía, intentando descifrar si era una buena persona. La cual parecía sincera. –
- Esto no debió suceder – Dije, y me sonrojé, porque las palabras sonaban estúpidas a mis propios oídos. – Quiero decir, leí un artículo sobre los clichés del cine, y mucho de él trataba de cómo los coches casi nunca explotan. Ciertamente no sólo por chocar con un árbol. – Mientras hablaba, sentía mi corazón constante. Si podían hablar lógicamente sobre el por qué y el cómo, tal vez no tendría que pensar en qué. –
El hecho de que podría haberme ido para siempre y nunca volver a ver a Damon o a mis amigos de nuevo.
- Fue un poste de teléfono. – Dijo Jack secamente, y las comisuras de su boca se convirtieron en una repentina e inesperada sonrisa. Esta cambió toda su cara. Parecía amable y abierto, y supe por mi instinto que confiar en él había sido el correcto.
Traté de dar un paso, pero me tambaleé, sintiéndome repentinamente enferma. Jack se adelantó a equilibrarme, vi preocupación grabada en su rostro.
- Tenemos que ir devuelta a casa. – Dijo él, su mano bajo el brazo mío, sujetándome. – Y tienes razón. Esto no sólo sucede. – Los dos nos volvimos para mirar el coche ardiendo constantemente. –
- No entiendo. – Murmure. Me sentía como si pudiera reír o gritar. Posiblemente tenía una conmoción cerebral, porque nada parecía estar teniendo ningún sentido. –
Jack se pasó la mano por la cara en un rápido y nervioso gesto.
- Bella. – Dijo -, esto no fue un accidente.
¿Qué les pareció? Apareció un nuevo personaje dentro de la historia.
¿Será bueno, malo?
¿Ayudará en la captura de Edward y los Vulturi?
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Inmortal; Bella&Damon [EN EDICIÓN]
Fanfiction#1 Libro saga Inmortal. Después de que Bella se enterara que todo había sido una gran mentira, decide que es tiempo de comenzar de nuevo. Edward la había engañado, no con el mejor propósito, quería entregarla a los Vulturis y le min...