♥ 11 ♥ ~ ¿Qué se supone que somos? ~

1K 90 15
                                    

Sentí que tocaron la puerta, de seguro era Leo. Bajé a abrir, pero antes me aseguré de que no hubiera rastro de lo que había hecho.

-¡Ya voy!– dije al escuchar que golpeaban la puerta nuevamente.

-¿Por qué te demoraste tanto en abrir?– Preguntó Leo en la puerta.

-Ah... no, es que estaba limpiando, estaba tomando desayuno. Pero ya terminé– dije algo nerviosa.

-Ahhh okey....- me quedó mirando como insinuando algo –¿Me vas a dejar pasar?– oh. Era eso.

-Si claro pasa– fingí una risita. Sonó algo tonta.

-Estas, algo distraída ¿qué te pasa?– me miró algo serio.

-¿A mí? No, nada. ¿Por qué?

-Estas como.... Como si algo te hubiera pasado, no sé solo... ¿Estas preocupada por la escuela?

-Si...Un poco, tengo...tengo miedo.

-Tranquila...- me tomó de las manos -Estarás conmigo. Yo te cuidaré, no dejaré que nadie te haga daño.- me abrazó.

¿Es que no puede ser más tierno? Como es que alguien como él si fijaría en alguien tan torpe como yo. No lo entiendo. Él es como esos chicos populares, solo que él no lo toma en cuenta, es dulce, amable, gracioso, es guapo, es alguien con que las personas se sienten bien hasta con su presencia. Y yo soy tan...Soy solo yo.

-¿Leo?– dije despacio, tan despacio que casi ni se escuchó.

-¿Si?

-¿Por qué yo?– se alejó un poco para mirarme directamente a los ojos, se veía un poco confundido.

-De que hablas _____?

-Bueno... ¿Por qué te gusto? ¿Por qué te fijaste en mí? Yo...no lo entiendo, ni siquiera me conoces bien. Hay un montón de chicas que se morirían por estar contigo. Y tú solo... ¿te fijaste en mí? Habiendo tantas chicas lindas, sin problemas...

-_________...- suspiró -Es que esa no es la pregunta. La verdadera pregunta debería ser ¿Por qué no fijarse en ti?– Iba a abrir la boca para decir algo pero Leo siguió hablando –¿Es que no lo ves? ____, eres la chica más especial que he conocido en mi vida.– Lo miré un poco confundida ya que no sabía exactamente a qué se refería con "especial" –Y lo digo porque me haces sentir de una manera que jamás pensé que lo haría, cuando estoy contigo me siento bien, feliz...Haces que sienta cosas saltando dentro de mí. No sabía que los chicos también sentían esas cosas.– Soltó una risita que me resultó ser muy adorable –Además eres hermosa, tienes una linda sonrisa, tu cabello huele bien y te sonrojas cada vez que te avergüenzas o si estas nerviosa, lo que te hace ser más adorable aun– Sentí como me hervía el rostro –Como ahora– sonrío acercándose más a mí –Y no sigo diciendo más cosas porque estoy seguro de que hay más, pero me llevaría todo el día.

-Wow...

-¿Qué?

-Es solo que... no es que quiera arruinar todo lo que acabas de decir pero....

-Pero ¿qué?

-Eso fue tan cursi– lo sé, se suponía que ahora era la parte en la que el chico besa a la chica, pero no pude evitar decir eso. Arruinando el momento. Aunque –Pero es lo más lindo y cursi que me han dicho– Genial, ahora la cursi soy yo. Al menos dije algo ingenioso. Eso creo.

Leo sonreía, sin decir una palabra me miró y me dio un tierno beso.

-Eres tan...

-¿Tan qué?– me preguntó antes de que terminara la frase.

-Eres tan, perfecto.

-No soy perfecto.

-Sí lo eres.

-No.

-Pero para mí sí.

Otra vez nos besamos, pero esta vez fui yo la que lo besé. Aunque me dio un poco de vergüenza pero aun así, a veces hay que arriesgarse, y no digo que dar un beso sea muy arriesgado aunque a veces lo es.

-¿Ahora qué quieres hacer?– preguntó Leo sentándose en el sillón.

-No sé.– Me uní a él –Deberíamos ir al parque a tomar unos helados... ¿quieres ir conmigo?– lo miré como esperando una respuesta.

-¿Me estas invitando a una cita? No se supone que yo tengo que hacer eso.

Me encogí de hombros.

-Da igual, es lo mismo ¿no?– dije bromeando.

-¿Estás diciendo que te da lo mismo si yo te invito?– dijo ofendido.

-No quise decir eso...Pero si tanto te importa tu pagaras los helados– le advertí –Además, yo nunca dije que era una cita. Nosotros no estamos saliendo.

-¿Ah no? Entonces...- hizo una pausa, se giró y se puso frente a mí –¿Qué se supone que somos?

-No lo sé, ¿amigos?

-Los amigos no se besan ni se dicen cosas cursis.– Levantó las cejas.

-Cierto– asentí –pero aun así no eres mi novio.

-Porque aún no te lo pido– Puso una expresión rara, se veía... sexy... concéntrate, _____, concéntrate.

Esperen... ¡¿qué dijo?!

-¿Me lo ibas a pedir?

-Si...pero arruinaste el momento– oh. Diablos.

-Oh.

-Pero eso no significa que no te lo vaya a pedir... Pero no ahora. No es el momento.– ¡¿Qué no es el momento?!

-Oh, está bien para mí. Así me da más tiempo para pensar en la respuesta– no pude evitar reírme, me sentía orgullosa de lo que dije. Esto de las conversaciones cada vez se me da mejor.

-Oh– se puso una mano en el corazón haciendo un gesto de dolor- eso dolió...- me miró y agitaba su dedo apuntándome -Bien jugado Blanchard...Bien jugado.

En ese momento nos quedamos los dos en silencio, duro como 15 segundos hasta que explotamos en risas.



Imposible no enamorarse de Leondre DevriesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora