♥ 18 ♥ ~Llegó el rubio~

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Desperté a los pies de mi cama, había un pequeño charco de sangre en el piso, mire mi brazo, observe uno por uno cada corte.

Volví a hacerlo, no pude evitarlo, no fui lo suficientemente fuerte, me odio a mí misma por haber hecho esto.

Se hacía tarde para ir a la escuela, así que tomé una ducha y sin haber desayunado salí de casa.

Al abrir la puerta noté que en frente iba saliendo alguien, crucé los dedos para que no fuera él.

-Hola _____, ¿Cómo estás?

-Hola victoria - gracias Dios– Bien gracias, ¿y tú?

-Súper– dijo con una gran sonrisa en su rostro, es muy linda, es parecida a la hermosa sonrisa que tiene Leondre –Aunque he estado un poco preocupada por Leo, el otro día llego un poco triste, y ha estado actuando raro ¿No sabes si le ha pasado algo?

-No lo sé.

-Umm está bien, hablaré con él luego...- dijo no muy convencida -Has estado algo alejada estos días, no te he visto con Leo ¿Ha pasado algo entre ustedes? No lo sé, tal vez sea por eso que Leo esté raro.

-Uhm... No ha pasado nada, es solo que tengo mucha tarea y esas cosas, es más voy tarde a la escuela así que ya debería irme- dije nerviosa.

-Oh, claro cariño, si quieres ven a casa después de la escuela, tal vez puedas hablar con Leo y preguntarle qué le pasa. Bueno, mejor te dejó no vaya a ser que te regañen por mi culpa– dijo bromeando.

-Está bien, no creo que me digan algo, en fin adiós Victoria que tengas un buen día– le dije con un intento de sonrisa, pero estoy segura que me salió más falsa que cuando dicen que Larry no es real. (si soy Larry shipper hijas)

-Adiós, que tengas un buen día en la escuela linda– ojalá. Me devolvió la sonrisa.

Al llegar al salón todavía no llegaba el profesor, así que esta vez, me salvé.

Todos me quedaron viendo, y miraban a Andrea al mismo tiempo.

Andrea se puso roja, yo creo que de ira más que vergüenza, ella no siente vergüenza de eso estoy segura.

Me di cuenta de que mi banco estaba vacío, no estaba Leondre, me senté y empecé a observar cada puesto, hasta que lo encontré, estaba sentado con una chica en el fondo, estaban hablando y Leondre se veía muy contento, demasiado diría yo, estaba muy entusiasmado con esa chica.

Ella era delgada, morena, muy hermosa. Empecé a sentir algo muy extraño, quería que Leo se alejara de esa chica, pero ¿por qué? ¿Estos son celos? Claro que no, no puedes tener celos, no eres nada de Leondre _____, para de sentirte así. Enfócate en la clase, no en él.

Iba a empezar la clase cuando entró un chico, era rubio, ojos azules, muy alto, era esa clase de chicos con el que toda chica soñó alguna vez, era como un príncipe, pero no llamaba tanto mi atención, no como a Andrea, estaba como boba mirándolo, hasta le coqueteó.

El profesor lo presentó y lo hizo sentarse a mi lado.

-Hola– dijo con una sonrisa.

-Hola– le sonreí de vuelta.

-Soy Charlie.

-Y yo ________.

-Lindo nombre.

-Gracias– me sonrojé.

-Primer día en esta escuela y ya me están coqueteando– apuntó hacia Andrea. Reí.

-No me sorprende, eres guapo– dije como si nada.

Imposible no enamorarse de Leondre DevriesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora