Capítulo 9: La Fiesta

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Disclaimer: Inuyasha y sus personajes no me pertenecen, son propiedad de Rumiko Takahashi. No recibo beneficios con esta historia.

Capítulo 9: La Fiesta

-Sé que ansiabas que aquel momento durara aún más...- Le dijo en un susurro cercano a sus oídos, recordando como ella había correspondido a su frenético beso. Bankotsu deseaba con todas sus ansias oír la respuesta apropiada, sería solo cuestión de tiempo para hacer desaparecer la milimétrica distancia que los dividía.

Kagome solo logró emitir un quejido a causa del nerviosismo y la falta de aire. El sonido de su móvil desconcertó al moreno, quien ahora la veía con disgusto gracias a la inoportuna notificación. Al instante imaginó a su irritable compañero al otro lado de la línea.

-Déjame en paz!- Le dijo ella finalmente, aprovechando la situación para apartarse con brusquedad.

-Solo estás buscando excusas.- Bankotsu se metió las manos en los bolsillos y frunció el ceño.

-De qué estás hablando?-

-Lo que realmente te enfada es el haberme visto con alguien más. A nadie engañas Kagome.- Soltó simplemente. El rostro de su interlocutora se tiñó de rojo con aquellas palabras. ¿Cómo se atrevía a decir ese tipo de cosas? Su egocentrismo parecía agravarse cada vez más, no lograba comprender como alguien llegaba a ser tan detestable. Se dio media vuelta exasperada y caminó en dirección contraria, dando por finalizada la conversación.

-Eso es, huye, esa es tu especialidad!- Lo escuchó decir, pero le restó importancia.

Ese era el tipo de charla que él había querido tener? Ella? Celosa? Cómo podría sentir celos de alguien que se comportaba como un patán constantemente? Ridículo, a nadie más que él se le ocurriría.
La joven de cabellos azabaches se dio un golpe mental, otra vez estaba dejando de lado su clase. Siempre eran las mismas causas desde su reencuentro con Bankotsu. Aun así, aquella situación le había esclarecido las cosas: Estaba decidida a regresar a su nueva y monótona vida, dejaría todo como estaba y no volvería a entrometerse con él, tal y como le había dicho Nozomi. Todo aquello tenía que parar.

Al poco tiempo recordó el sonido que había hecho su móvil mientras discutían, deslizó la pantalla para cerciorarse y halló un mensaje de Ren. –Un compañero organiza una pequeña fiesta en su casa este viernes, vienes? Trae alguna amiga.- La invitación detallada en el texto la sorprendió, hacía días que no tenía ni noticias del joven pelirrojo y sobre todo hacía tiempo que no se daba el lujo de salir por lo menos a un karaoke. Aquella propuesta la motivó a invitar a Nozomi, probablemente ella necesitaba algún tipo de distracción también, de manera que antes del anochecer telefoneó a su compañera poniéndola al tanto.

-Qué clase de fiesta?- Quiso saber extrañada, ya que Kagome jamás le proponía cosas así.

-No tengo idea, algo desarreglado probablemente, viniendo de Ren...- Le respondió apagando sus palabras. Había olvidado mencionarlo.

-Ren? Es ese chico que te invitó? Quién es él?-

-Te lo contaré cuando nos veamos, tranquila.- Agregó suspirando cansadamente. –Que harás?-

Al recibir la aprobación de su amiga le solicitó al joven la información detallada del lugar y el día en que se realizaría. Omitiendo ese asunto, un hecho distinguido la traía inquieta: una fiesta organizada por un compañero de Ren, seguramente alguno de los que realizaban aquel trabajo sucio desenmascarado por sus propias especulaciones y confirmado finalmente por Yusei. Qué clase de persona sería? Y sobre todo, qué clase de personas habría allí? Tal vez había sido mala idea el aceptar tal propuesta. Pero ya no podía hacerse a un lado, le había dado el sí a ambos y de negarse, probablemente, Nozomi le haría un cuestionamiento eterno.

Los finales son nuevos comienzosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora