Poema # 104

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Reconozco tu aroma antes de verte llegar, y es que el perfume de tu piel es inconfundible.


Tu piel bañada por la tarde, la forma de tus labios al hablar, me gusta el ritmo de tu cuerpo al caminar, tu cabello color madera, libre al viento cual enredadera natural.


El misterio en tu mirar y el tono de tu voz al decir mi nombre. Eres peligrosa cual volcán activo, pero tan llamativa como bosque en primavera.


Dime quien eres princesa blanca, dime que quieres mujer blanca. Si pides mi vida ya es tuya, si pides mi alma será tuya. Dime que quieres princesa blanca, dime que pides mujer blanca, pide, que lo pido y deseo yo, es tu amor.

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