Me preguntaba como podía creer en el amor y no creer en Dios, como podía ver el amor puro y sincero de un niño y no poder ver el amor que me ofrecía Dios. Si bien yo no creía en Dios, sentía un hondo deseo de creer en algo o en alguien. Tenía un deseo inmenso de sentirme protegido, amado, único, pero fue mi actitud arrogante la que me alejo de Dios.
Una vez escuche sobre la calma que produce acudir a la casa de Dios. Tenía miedo de acercarme a él, tenía miedo de ser una persona blanda, temía que Dios me rechazara por todos los años que estuve alejado, pero alguien me dijo que Dios me recibiría con los brazos abiertos, y que con mucho gusto me ofrecería su amor otra vez.
¡Dios mío! ahora acudo a ti porque me di cuenta de la falta que me haces, ahora que estoy solo y veo que los que decían ser mis amigos me abandonaron, se que el único que no me fallara serás tú, porque sé que tú estarás a mi lado pase lo que pase.
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Poemas De La Luna
De TodoLa poesía corre por mis venas cual río caudaloso, solo lo dejo fluir y que salga lo que salga