He nacido con el alba.
He nacido con el día.
He nacido en una vieja cuna que me acurruca junto al polvo, pues es bien cierto que de polvo está hecha nuestra carne, pero lo que esta cuna jamás podrá acurrucar será la luz que llevo dentro.
El espíritu nosotros lo moldeamos pues he aquí que el espíritu es como el barro que podemos moldear. El espíritu es reflejo de nuestros actos, de nuestra vida y cuando el gran juicio llegue seremos juzgados por la forma de nuestro espíritu. Pues abran muchos que presenten un espíritu opaco, agujereado como sabana vieja pero pocos presentaran espíritus que irradien luz como el sol.
ESTÁS LEYENDO
Poemas De La Luna
AcakLa poesía corre por mis venas cual río caudaloso, solo lo dejo fluir y que salga lo que salga