Con T de temeraria, con T de tormenta.
Yegua salvaje de esas de antaño que era imposible domar.
A veces durmiente como Yellowstone, a veces tan activa que solo queda correr ante tu ferocidad.
A veces inmutable como la montaña ante la tormenta.
A veces tan guerrera como el salmón contra la corriente.
Eres espada de doble filo, tantos cortes te has hecho que ya ni contarlos puedes.
Luchar debes, mas no contra el mundo, sino contra ti misma, domarte debes, bajar tus armas y respirar, aun un ángel puedes llegar a ser, mi angelito caído.
ESTÁS LEYENDO
Poemas De La Luna
RandomLa poesía corre por mis venas cual río caudaloso, solo lo dejo fluir y que salga lo que salga