~ Epílogo ~

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Un año después.

El año pasó, pero él dejó de mandarme mensajes y llamarme después de haberse ido un mes. No voy a negar que sí estuve llorando por días y semanas, hasta que supe que él ya no llamaría más. Semanas después pude salir de mi habitación. Sarah, Noah y los demás me ayudaron a salir de mi depresión. Salíamos a tomar un café a veces, o también a bares.

¿Sabes? Me dolió que Niall no me llamara más. Supuesta mente él estando lejos no iba a dejar de contactarse, pero sus promesas fallaron, se mintió a él mismo. Lloré meses a escondidas sin que nadie se enterara, haciendo que los demás pensaran que yo ya lo había superado, pero eso no era así. No lo superé y tampoco quiero hacerlo porque yo aún lo amo por más que él no a mi. Pasé unos increíbles días estando a su lado cuando el estaba en Londres conmigo y de eso yo no quería olvidarme.

-Tengo buenas noticias -dice Súsan más que feliz entrando a mi habitación de hospital.

-¿Qué? -pregunté.

-No puedo decírtelo aún, necesito hablar con tus padres primero -hace una mueca.

-Como sea -digo sin ganas-. ¿Falta mucho ya? -pregunté señalando la quimioterapia.

-No, ya has terminado -se acerca a mi.

Se coloca sus guantes de látex y con cuidado saca el suero de mi vena. Luego con un algodón limpia el poco de sangre que salió y puso una pequeña bandita. Me puse de pie y le di las gracias, al principio me mareé un poco, pero ya estaba acostumbrada a eso después de la quimioterapia.

-Antes de que te vayas -dijo Súsan y la miré-. Tengo algo para ti -metió su mano en su bolsillo de bata de enfermera y me dio un sobre-. Ábrelo cuando estés afuera del hospital -sonríe.

-¿Qué es? -pregunté.

-Ya lo verás -me guiñó un ojo.

Luego de salir de ahí esperé que Súsan hablara con mis padres, mientras yo estaba "hablando" con Noah. Luego de que Niall ya no llamara yo le quité importancia a todo. Ya no me interesaba absolutamente nada. Cada palabra que yo decía era sin ganas o directamente casi ni hablaba. Mi apetito no era el de siempre, mi peso disminuyó y si cuento sobre mis ojeras ya se puede decir que son una persona muerta en vida. 

-¿Estás escuchándome? -pregunta Noah al ver que yo no le prestaba atención.

-No -dije y me volteé para salir del hospital y esperar a mi familia afuera.

En camino hacia afuera miré el sobre que aún tenía en mis manos. Me mataba de intriga lo que pueda haber adentro, pero al mismo tiempo siento que va a ser algo que me incomode o algo parecido. Cuando estuve afuera del hospital me senté en un banca que estaba cerca al frente de una fuente que en ella tenía un ángel en la punta.

Después de pensarlo abrí el sobre. Adentro tenía dos hojas blancas y en ellas palabras escritas. Era una carta, y esa carta era de... ¿Niall? Se me aceleró el corazón al ver el remitente del sobre. Así que sin dudarlo más lo comencé a leer.

 Mi querida Alex:

                                La fecha en que escribo esta carta para ti es un día antes de marcharme a Estados Unidos, lo siento mucho.

                               Seguramente ya no sabrás nada de mi, no sabrás si estoy bien o no. Después de esto supongo que ya a pasado todo y lo que me queda es decir que tú ya estás curada. ¿Cómo lo sé? Acordé con Súsan que luego que te mejoraras te diera esta carta, y ahora lo que queda hacer es explicar el por qué me alejé y dejé de llamarte.

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