6: Púas

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Debía admitir que se sentía más ligera en el cuerpo de Amy Rose.

Con solo recordar que tenía una oportunidad de conversar con Knuckles sin tener que pelear le hacía sonreír y comenzaba a trotar sintiéndose libre, además de que su pecho era liviano y sus botas le permitían hacer lo que quisiese.

Si, le molestaba no tener sus alas de murciélago y a veces lo olvidaba al saltar muy alto y caer de cara. "Pinky me va a regañar por estas caídas... "Pensaba Rouge mientras miraba sus rosadas rodillas levemente raspadas.

De repente el celular que le había dado la eriza comenzó a emitir una cancioncita que le resultaba irritante, además de haberle asustado. La eriza tomó el celular y notó que era una de sus alarmas.

-¿Hacer compras? ¿Qué? - Miraba con la ceja arqueada al celular que le recordaba hacer los mandados. - Que ridiculez, claro que no iré a hacer los mandados... - susurró para luego apagar la alarma. En ese mismo momento apareció una ventana en la pantalla del celular rojo de Amy. -¿Y esto? - Notó que era la lista de compras. - Pfft si como no... - Bloqueó el celular y lo volvió a guardar. - No tengo tiempo para esas niñerías... - Sonrió con malicia y luego volvió a saltar alto recordando tarde que no volaba y volviendo a caer contra el suelo mientras soltaba un gruñido.

Recordó dónde vivía Knuckles, una enorme isla flotando en el cielo. Se quejó. ¿Por qué tenía que vivir en una isla flotante? ¿Acaso nunca había oído de los departamentos normales? Estaba tan enojada, le daban ganas de destruirlo todo. Pero pegó un salto del susto cuando un martillo rojo y amarillo apareció en su mano derecha.

-¿Otra vez tú? – Admiró el martillo sintiéndolo bastante liviano. -Ah... con que así se siente... - Dijo mientras sacudía levemente el martillo, era como sostener una simple escoba, lo cual era demasiado extraño ya que ese martillo podía destruir robots de Eggman con un simple golpe de la rosada.

Rouge miró el martillo una vez más y recordó lo alto que podía saltar la eriza con ayuda de su martillo. Sonrió de par en par e intentó hacer lo que hacía Amy, sintió como su cuerpo se movía por sí mismo y luego de escuchar un golpe de su martillo que la impulsó comenzó a sentir el viento en su rostro. Ella estaba saltando mucho más alto de lo que había hecho para intentar volar.

Por suerte la isla no estaba tan alta por el tiempo, por la que ella pudo alcanzar a colgarse de las lianas que se asomaban desde la isla, y subió.

-Eso no estuvo tan mal... - Suspiró la eriza. - Menos mal que a estas horas del día la isla gana un poco de gravedad... -Murmuró para sí misma. -Bien... y ahora... ¿Para dónde voy? -Se detuvo y miró a su alrededor, había árboles de la jungla, plantas exóticas, lianas e insectos por todas partes. Se asqueó, nunca tuvo que pasar por la jungla para ir a visitar a Knuckles. – Pinky tiene un "sexto sentido" para buscar a Sonic, ¿cierto?... Eh... ¿Cómo le dice? ¿El poder del amor o algo así? - Comenzó a rascarse la barbilla mientras miraba su alrededor.

Cerró los ojos e intentó relajarse para intentar buscar ese "sexto sentido", libró su mente de cualquier otro pensamiento, excepto la imagen de Knuckles en su mente. De repente sus pies comenzaron a moverse y Rouge abrió los ojos para notar como se movía.

-¡Excelente! – Sonrió ella para luego pensar en lo que acababa de hacer. Vaya, Amy sí que es rara...-

De repente su celular volvió a sonar asustando una vez más a la eriza quien con molestia lo sacó de su bolsillo y notó la nueva alarma "Regar las plantas" Leyó de la pantalla. Frunció el ceño con molestia. - Claro que no voy a ensuciarme las manos con la tierra... - Luego recordó que no eran sus manos si no la de Amy. - Aun así... - Dijo para apagar la alarma y seguir caminando. Esas alarmas comenzaban a molestarle, Amy tenía muchas cosas para hacer antes que ir a boxeo con Knuckles.

Girls NightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora