10: Mañana movida

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-Rouge yo... perdona por ser tan tonto y desconfiar de ti...- Knuckles apretó sus puños, incapaz de mantener su mirada en sus ojos. La murciélago tenía una leve expresión de asombro en su rostro que luego cambió por una de sus sonrisas.

-Oh Knuckie~ - Ella tomó de sus manos y él se sonrojó, claro que más rojo de lo que normalmente es. – Está bien, siempre serás el equidna de quién me enamoré – Ella deseaba verse lo más irresistiblemente linda en ese momento importante para ella. Knuckles apretó el agarre de sus manos.

-¡Prometo que te haré feliz y te protegeré con mis enormes músculos! –

-Cariño, sé que eres fuerte pero tus músculos casi ni se ven – Responde Rouge un poco incómoda.

-¡Te prometo que destruiré a todos los policías que se atrevan a buscarte por las joyas que robaste! –

-¡OH! – Los ojos de Rouge se iluminaron. –Mi Knuckie~ - Se acercó a él y estuvieron a punto de besarse.

-¡¡ROUGE!! – Escuchó de repente de Amy. La eriza despertó y se encontró a sí misma besándose con una almohada. Todo fue un sueño.

-Ugh... creí que todo esto se había solucionado ya... - Habló ella aún adormitada, sentándose en la cama de la eriza. Luego de un bostezo observó a la murciélago con los brazos cruzados. -¿Pinkie? ¿Qué hiciste con mi estilo? – Arqueó una ceja al ver su vestimenta modesta.

-La mejoré... ¡Pero tú! ¡OISH! ¡No regaste las plantas ni hiciste las compras! ¿Qué hiciste todo el día? – Espetó ella sujetándose de la cabeza, parecía que estaba a punto de estallar.

-Oye, no me culpes por estar acostumbrada a que Shadow y Omega lo hagan todo por mí – Se cruzó de brazos de manera orgullosa.

-ROUGE ¿qué hiciste en todo el día? – Preguntó con los ojos entrecerrados.

-...Fui con Knuckles- Confesó ella desviando la mirada con una pequeña sonrisa traviesa. – Creo que finalmente va a hablar conmigo, estoy tan emocionada -. Amy arqueó una ceja para luego suspirar con tristeza. -¿Hm? ¿Pasó algo malo, cariño?-

-Ayer me encontré con Sonic... y él... - Sus labios comenzaron a temblar amenazando con llorar pero de todas formas no salían lágrimas de sus ojos celestes.

-Oh vaya... tranquila, nena – Le invitó a sentarse al lado suyo y le dio un medio abrazo. – Todo saldrá bien, si quieres voy a hablarle yo misma – Intentó consolar la eriza, pero la blanca negó con la cabeza.

-No, quiero que se enamore de mí, no de ti en mi cuerpo...- Respondió ella aún con mirada triste. Rouge le miró por un momento para luego suspirar.

-Bueno, si sigue siendo tan terco aún puedes conocer otros chicos... yo misma tengo una agenda llena de números por si te gustaría una cita a ciegas – Rouge le guiñó un ojo pero Amy no parecía interesada en su propuesta. –Vamos, anímate, no quiero decir nada que te moleste y menos ahora que somos amigas... pero si Sonic no te quiere es porque es un tonto y no se da cuenta de lo que tiene – Amy sonrió levemente para luego mirarle con agradecimiento.

-Gracias Rouge...- Respiró y suspiró. – En fin... me alegro que te esté yendo bien al menos a ti... pero no olvides mis tareas... yo estoy haciendo las tuyas – Volvió a mirarle como si fuese una madre retando a su hija. Rouge rodó los ojos.

-Bien, ahora mismo iré a hacerlas... uy ¿por qué no te consigues a alguien que haga todo por ti? – Comentó ella en forma de broma. Amy negó con la cabeza con una sonrisa.

Tails había despertado tranquilamente para comenzar su mañana. Se acomodó en el comedor y desayunó. Por alguna razón estaba ansioso, quería que se hiciese la hora para ir a trabajar con Blaze. Cuando de repente sonó la puerta de su casa y fue a atender.

Girls NightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora