Capitulo 6.

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Cuando en los libros describen un beso lo hacen de una forma que te hace desear ser tú la que lo recibe, bueno; en esta ocasión si soy yo.

Nunca en mi vida me besaron con tal fiereza, tampoco es que tenga mucho de donde comparar. Los besos de Rob no le llegan ni a los tobillos a los de mi celta.

En algún momento del beso él metió una de sus gigantescas manos por debajo de mi camiseta y ahora me hace retorcer con sus caricias.

Su tacto es tierno y para nada egoísta.

Mis manos juegan con los suaves mechones de su cabello, nunca me llamaron la atención los chicos con cabello tan largo pero Ewan me hizo cambiar de idea.

Las cosas suben de tono cuando se acomoda mejor entre mis piernas y siento algo duro... Grande...

¡Oh dios!.

Su mano baja hasta detenerse en el primer botón de mi jean que es desabrochado al instante y baja el cierre lentamente. Su mano se mete por debajo de mi ropa interior y me estremezco al sentirlo tocándome en la parte más sensible de mi cuerpo, rompe nuestro beso y me mira intensamente.

Jadeo al sentirlo como mueve sus dedos aliviando el palpitante dolor, echo la cabeza hacia atrás y cierro los ojos para dejarme inundar por el placer de sus caricias. Su boca ahora besa mi cuello mientras su mano no deja de acariciarme tiernamente, su otra mano levanta lentamente mi camiseta hasta dejar a la vista mi sostén. Siento que baja lentamente la tela y deja mi pecho izquierdo desnudo, siseo al sentir su boca caliente en mi pezón.

Tendría que ser ilegal las cosas que la boca de este hombre hace.

Sus dedos y su lengua se mueven al mismo ritmo y hacen que pierda la cabeza, introduce lentamente un dedo en mi interior y es seguido por otro más. Apenas soy consciente de que los gemidos que retumban en la sala son míos.

Su boca libera mi pecho y termina de quitarme el sostén, mi piel se eriza al sentir el frio aire sobre mi piel desnuda, pero es rápidamente calentada cuando él se apoya contra mí.

-Eres tan hermosa.- dice con voz ronca.

Gimo en respuesta y ahora soy yo la que inicia el beso, sus dedos no dejan de moverse acercándome cada vez más a la liberación.

Bajo mis manos hacia sus hombros y me deleito al tocar los duros músculos que hay allí, la tela áspera de la camiseta se frota contra mis pechos pero lo que en realidad quiero es sentir su piel.

Levanto su camiseta para poder quitársela separándonos apenas del beso.

Se siente mucho mejor así, los vellos de su pecho me hacen cosquillas pero es una sensación tan buena que no tengo palabras para describirla.

Comienzo a sentir los inconfundibles espasmos del orgasmo aproximándose, rastrillo su espalda con mis uñas y sonrió al sentir como se estremece.

Me quedo sin aire cuando el rayo de placer me atraviesa, sé que estoy clavando mis uñas en su espalda pero él no se queja, simplemente mueve suavemente sus dedos. Miro su cara y encuentro una mirada satisfecha y cargada de pasión. Me quejo cuando saca sus dedos de mi interior y me sorprendo al ver que se los lleva a la boca y los chupa.

Dios...

-Deliciosa.- murmura.

Suspiro saciada y sorprendida.

Salto del susto cuando siento que algo vibra debajo de mi haciendo que ambos perdamos el equilibrio y caigamos al suelo. Ewan gruñe cuando su cabeza golpea contra el suelo.

Sweet spell.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora