Sweet spell.

Capitulo 12.

-¿Qué dem...- miro a mi alrededor y estoy de nuevo en el castillo del sueño anterior.

La puerta se abre de repente y entra...

-¿Rob?.- oigo que alguien lo nombra a mis espaldas.

Allí estoy yo, con el cabello largo y vestida con un horrendo camisón blanco recostada en la cama.

El recién llegado se acerca tambaleándose a la cama, ninguno se percata de mi presencia en la habitación.

La Van que está en la cama lo mira haciendo una mueca de desagrado mientras este se acerca a ella, el olor a alcohol es insoportable.

-Mi bella mujer, déjame entrar en ti que estoy caliente.- balbucea el tipo.

Ella se cubre más con las pieles de la cama y lo mira frunciendo el ceño.

-Estas ebrio, será mejor que duermas.

-¡Te dije que quiero estar en ti!.- se tira a la cama torpemente.

-¡No!.- ella lo empuja para que se aleje pero es más rápido y, a pesar de su embriagues, logra inmovilizarla en la cama.

Lo que ocurre después es el acto más desagradable que pude presenciar en mi vida, cuando todo termina estoy igual que la Van del pasado: sollozando, con náuseas y muy enfadada.

La observo llorar silenciosamente sentada en la cama junto al monstruo de hombre que ronca a su lado.

Ella sale de la cama rápidamente y camina hasta la puerta, la abre y mira por el silencioso pasillo del castillo.

Vuelve a cerrar la puerta y mira alrededor de la habitación como buscando algo, camina hacia una de las paredes donde cuelgan una gran variedad de pesadas y grandes espadas.

Elije la que parece ser la más filosa y la agarra sin problemas a pesar de que parece ser pesada.

El fuego de la chimenea ilumina su pálido rostro, un calco del mío.

Su largo y abundante cabello despeinado gracias a la bestia, el camisón parece enorme para su delgado cuerpo.

Su mirada llena de odio y determinación fulminan al tipo en la cama.

Apretando su agarre en la espada camina hacia la cama, se arrodilla al lado de Rob del pasado y lentamente lo da vuelta para tenerlo boca arriba. Lo mira con desprecio y asco.

-Arruinaste mi vida,- su voz es baja pero cargada de odio- invadiste mis tierras. Deshonraste a mi familia, me obligaste a estar contigo y lo más importante de todo; mataste al que iba a ser mi esposo, al único hombre que ame y amare para toda mi vida. La noche que atravesaste su corazón con tu espada jure vengarlo y eso es lo que hare.- Levanta la espada y la coloca justo sobre el corazón del hombre que duerme tranquilamente- Esto es por ti mi amor, por ti Ewan.

Sin otra palabra hunde la hoja de la espada en el cuerpo del hombre, él se despierta sobresaltado haciendo que ella caiga hacia atrás. Mira horrorizado hacia su pecho donde la espada atraviesa su pútrido corazón.

-Esto es por Ewan maldito animal, espero que te pudras en el infierno.- dice la chica mirando con gozo como la vida abandona lentamente el cuerpo del Rob del pasado.

Pasado unos minutos él yace en la cama cubierto de sangre, muerto.

Ella lo mira desde los pies de la cama, sus ojos se llenan de lágrimas y comienza a reír, sale del cuarto y yo la sigo como un espectador fantasma.

Camina por los pasillos hasta llegar a un cuarto, abre la pesada puerta de madera y entra. La luz de la luna entra por los grandes ventanales, prendiendo una de las velas que hay sobre una mesa ilumina tenuemente el cuarto.