-Pareces un poco molesta.- dijo Kim.
No me había percatado de cuán cerca estaba de mi cara, esa ola de pensamientos me estaban llevando al borde del abismo. Me sorprendió por un momento... ¿A quién engaño? Salté del susto y solté un pequeño grito.
-Lo siento, no quise espantarte de esa manera.- se disculpó Kim totalmente arrepentido.
-Perdóname, fui yo la que no te vio.- dije sintiéndome en parte culpable.
-Iba tarde, disculpa...- dijo Kim con la cabeza gacha.- honestamente estoy un poco nervioso de estar a tu lado, quise pasar por algo de beber para no llegar con las manos vacías.
-Qué lindo de tu parte.- me dirigí con una amplia sonrisa.
Por alguna razón, no me gustaba verlo triste, así que pensé que si le sonreía, su semblante cambiaría. Y así fue.
-Arisa...- comenzó con voz baja- Gracias.
-¿Por qué?- pregunté.
-Tu sonrisa me hace sentir mejor, tal vez no sea muy relevante para ti, pero me encanta verte sonreír.- habló con las mejillas completamente rosadas.
¿Acaso había escuchado lo que él dijo? Me ruboricé al instante, definitivamente Kim era tan tierno. Verlo de esa forma, apenado, me hizo sentir especial, aunque fuera tan solo por un momento.
-Entonces vamos.- lo tomé del brazo para caminar juntos hacia donde se encontraban Jef y Mich.
Sonrió y me siguió el juego.
Al llegar donde Jef y Mich, ambos, tanto Kim como yo, notamos que se estaban llevando fenomenal: ella reía, él se miraba emocionado contándole no sé qué anécdotas. Pero recién nos aparecimos, callaron. Jef me miró y habló con esa sonrisa burlona.
-Se están llevando muy bien, ¿verdad?- rió apuntando hacia nosotros.
La vergüenza se apoderó de mí. Habíamos estado tan ocupados hablando en el camino que no me di cuenta de que aún no soltaba el brazo de Kim, y él no hacía nada por zafarse de mí.
-Claro, tratamos de ser cada vez más cercanos.- respondió Kim con tanta naturalidad.- ¿no es así, Arisa?
Todos los ojos clavados sobre mí. Kim esperaba que respondiera un "sí". Jef solo quería escuchar mi respuesta para después molestar un día completo sobre Kim y yo como pareja. Mich me miraba intrigada por saber si me atraía Kim. No podía complacer a todos por igual. Estaba en aprietos, lo sabía muy bien.
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¡Hola! Aquí les dejo un capítulo más sobre esta historia llena de enredos. Al parecer la actitud de niño bueno y penoso de Kim no es como esperábamos. ¿Les gustaría que Kim fuera un poco más seguro de sí mismo, sin darle tantas vueltas al asunto del cariño que tiene hacia Arisa? Gracias por leer.
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