Kim y yo comenzamos a salir, llevamos 6 meses como pareja. Él ha sido un encanto conmigo: me da mucha libertad, en cuestión al estudio, ya que en momentos me gusta estar concentrada y paso el mayor tiempo en la biblioteca de la escuela. Siempre hablamos, me escucha atentamente, así como yo a él. Los recesos han cambiado, Mich y Dylan comen junto a nosotros, también Jef, que por cierto, ha tenido 2 novias en este lapso de tiempo, al parecer no funcionó. Me siento mal por el, no es fácil convivir todos los días con la chica de la que estabas enamorado, y, su actual pareja.
El ciclo escolar está a punto de concluir, después de vacaciones de verano todo será diferente: Mich, Dylan y yo estaremos cursando el tercer año de preparatoria, Kim, el segundo. Por último, nada será igual sin Jef, ingresó a la Universidad de mi ciudad, ya no le veremos muy seguido por aquí.
De cualquier forma, organizamos una fiesta de despedida para Jef, el idiota se pasó de copas.
-Ya es tarde.- se quejó Mich.
-Sería buena idea si nos vamos.- siguió Dylan.- ¡Te voy a extrañar!- me abrazó, al parecer Dylan tampoco estaba en sus cinco sentidos.
-Ya, nos veremos regresando de vacaciones.- lo abracé.
-¿No hay nada para mi?- dijo Kim, comportándose como un niño, abrazándome también.
-No es justo, déjame abrazar a mi mejor amiga. Todo el tiempo la tienes sólo para ti.- se quejó Dylan.
-Es todo. Dylan, vete con Mich. Kim, tú y yo llevaremos a Jef a su casa.- los aparté de mi.
-Arisa...-comenzó apenado Kim.- prometí ayudar a mi mamá ayudarle a preparar la cena de su cumpleaños.
-¡Es cierto!- exclamé- felicítala de mi parte. Deberías irte ya.- me sentí tonta por no recordar esa fecha tan importante para Kim.
-Entonces nos retiramos.- dio la vuelta Mich, con su pareja y mi novio detrás.
-De verdad das problemas.- me dirigí a Jef con una mirada amenazante.
Caminamos durante un buen rato. Jef se sostenía de mi brazo para no caer en cada paso que daba.
-Eres una buena chica.- me sorprendió Jef al llegar a la puerta de su casa.
-¿Por qué lo dices?- giré mi cara hacia él.
-Arisa,- dijo arrastrando las palabras- soy un idiota.
-Eso no necesitas decírmelo.- reí.
-Recuerdo cuando me consolaste el día que Mich me rechazó.
-Si, ese día comencé a salir con Kim.
-Salí con otras dos chicas, pero ninguna era como ella. Nadie puede comparársele.- Dios, su aliento sí que olía a alcohol.
-Tranquilo, Romeo, ella tiene novio. No hay nada que puedas hacer.
-Estoy consciente de ello, pero, quisiera besarla...
-Eso estaría mal.
-Ya no estaré en la escuela.
-Eso lo sé, todos te extrañaremos.
-Sigo con ganas de besarla.
-Si tantas ansias tienes de besarla, ¿por qué no se lo dices?
Eso definitivamente no estaba planeado. Al momento de girar mi cabeza, sus ojos se encontraron con los míos, me sorprendió, estaba tan cerca de él que podía sentir su respiración, su aliento de alcohol invadía mis fosas nasales.
-Eso ya lo hice.- susurró, haciéndome cosquillas en las pestañas.
Se acercó a mí, sus labios rozaron los míos y me clavó un beso. Mis músculos y articulaciones no respondían, estaba petrificada, con los ojos abiertos, mientras él me besaba apasionada y cariñosamente con los ojos cerrados. El sabor de sus labios, a cambio de su aliento, era dulce, un sabor que nunca había antes probado. Su respiración era agitada, podía escuchar los fuertes latidos de su corazón, y del mío. Antes de que pudiera articular palabra alguna, se separó de mí.
-Lo siento,- su voz apenas era audible- el alcohol debió afectarme demasiado. Sonrío- de todos modos gracias por la fiesta. Los voy a extrañar a todos.
Dio la vuelta y entró a su casa. No dije nada. Caminé de regreso, sola, a altas horas de la noche, escuchando a los grillos cantar a la luz de la luna.
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¡Hola! Lo admito, este capítulo fue más largo de lo habitual, pero no quería dejarlos con la intriga de lo que pasó después. Espero que no me odien por lo que Jef hizo... Muchas gracias por leer y comentar. Les deseo un muy muy feliz año nuevo.
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