Soy Kimberly, tengo 16 años, hijo único. Nunca he tenido problema con mis estudios y he destacado académicamente. Suelo ser un poco tímido, tal vez sea por el hecho de que tengo nombre de niña, gracias a eso mis compañeros se burlaban de mí. Era muy malo para relacionarme con las personas y en mis tiempos libres estaba en la biblioteca del instituto estudiando o leyendo libros de gusto personal. Pero eso cambió desde que comencé a ser más cercano a Arisa, básicamente es la chica que me gusta.
Me comenzó a atraer desde aquella vez que la vi en la biblioteca, sus compañeros de aula le insistían para que saliera a una fiesta con ellos, pero ella no aceptó; al siguiente día comenzaba la semana de evaluaciones así que tenía que estudiar. Su actitud fue tan sincera, nunca tratando de aparentar alguien que no es sólo por el hecho de quedar bien con los demás, además es muy bonita, no muchos chicos se fijan en ella, pero si la observas bien, verás que es muy linda, sus ojos marrones reflejan qué tan noble es, su sonrisa siempre tan cálida que hace que mi corazón se pare; también es muy amable. Desde ese día, la miraba de lejos en la biblioteca, deseando poder conocerla.
Un día, fui capaz de dejarle una carta de proposición. Estaba nervioso, le había pedido encontrarnos en la hora de receso y cuando se acercaba la hora, me estaba arrepintiendo de haberla llamado.
Fue ahí donde por primera vez me encontré con Jefrey, ese chico bonito que, en un principio, pensé que iba tras Arisa. Cuando por fin las palabras salieron de mi boca, él se la llevó de la mano, dejándome como un tonto. Pero fuera de eso, estaba feliz, porque Arisa había aceptado conocerme mejor.
Me volví más cercano a ella. Le pedí que me ayudara a estudiar, aunque honestamente, no lo necesitaba. Sólo quería acompañarla en la biblioteca, se veía tan sola. Después de un tiempo me presentó a sus padres, ellos me recibieron de buena manera, de hecho, en veces Arisa me invitaba a comer a su casa, sus padres estaban felices de verme cada vez que iba. Era tan grato estar con ella de esa manera, aunque había una diferencia entre nuestros sentimientos: ella me tiene cariño, pero me ve como a un dulce y tierno hermano menor, y aunque eso me hace feliz, yo la quiero amorosamente, quisiera que fuéramos pareja, ella lo sabe, aún así me sigue tratando de la manera más natural como si eso no le molestara. ¿Cómo no quererla?
Hoy quedamos para vernos en el lago de la ciudad. Teníamos planeado salir Jef, Mich, Arisa y yo, pero algo se atravesó entre Jef y Mich, creo que próximamente serán pareja, parecen ser muy cercanos, y cancelaron con nosotros. Eso nos dejó solo a Arisa y a mí; se podría decir que sería nuestra primera "cita".
Estaba tan nervioso, la hora se acercaba y no tenía idea de qué llevar. La noche antes de la cita no pude conciliar el sueño.
Llegué 15 minutos más tarde de lo acordado, surgió la idea de comprarle flores: margaritas, sus favoritas. Ya iba tarde, quedamos de vernos en la renta de canoas, pero no estaba. Esperé 20 minutos y ella no llegaba.
¿Estará en otro lugar? Pensé.
Seguía nervioso, decidí dar una vuelta por el lago. Fue en ese momento cuando los vi: si mis ojos no me fallaban, había una pareja abrazada, miré más de cerca, eran Jef y Arisa, abrazados con mucha fuerza.
Mis ojos se tornaron borrosos y me di cuenta de que una lágrima recorría mi rostro. Era doloroso verlos juntos, todo este tiempo pensé que no había problema en que ellos dos se llevaran tan bien, todo porque Jef quería a Mich. Pero lo sabía, Arisa siempre miraba a Jef, se molestaba cuando él se burlaba de ella, pero podía ver cuán feliz estaba cuando le dirigía una sonrisa. Sabía que a Arisa le dolía ver a Mich y Jef juntos. Lo sabía.
Me di la vuelta. De verdad dolía.
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¡Hola! Este es el especial de Navidad que les había prometido. Espero que les haya gustado la narración desde la perspectiva de Kim. La historia seguirá. De nuevo, muchas gracias por leer y comenten: ¿Qué les pareció este capítulo especial? Feliz Navidad🎉
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