NADINE P.O.V.
-Vuelva pronto- dije sonriendo mientras le entragaba la bolsa con su libro a el quinto cliente del día
-Hola- dijo Steve mientras entraba
-Hola- le contesté sonriendo, -¿y Ash?- pregunté cuando me percaté que venía solo
-La deje en casa descansando- contestó mientras se sentaba en un banquito que de encontraba frente al mostrador
-Y ¿qué es?- pregunté recordando que irían para saber el sexo del bebé
-No dejo verse y el doctor no quiso insistir- dijo suspirando, -sabes, encontré una tarjeta de un Taller mecánico en el pantalón de Thony- dijo mientras sacaba algo de su pantalón, -mi hijo siempre anda recogiendo cosas- agregó sonriendo mientras me la tendía
-Pero es de otra ciudad- dije sonriendo
-Si, es la ciudad donde está el museo al que fueron- explicó, -deberías guardarla, para cuando tu carro se averíe- dijo bromeando, no tengo carro
-Muy chistoso- dije rodando los ojos mientras él reía, miré por última vez la tarjeta donde se leía el nombre del taller, la dirección y los números teléfonicos, y la coloqué junto a mi celular
-Debo volver al trabajo, nos veremos mas tarde- dijo mientras salía de la librería, tomé unos libros y los llevé a uno de los libreros. La campana sonó anunciando que alguien entraba, imaginé que era Steve, solía olvidar cosas
-¿Olvidaste algo?- pregunté gírándome, pero no era Steve quien estaba parado frente a mí
-En realidad, es la primera vez que entro a este lugar- dijo con voz gruesa y profunda mientras fruncía el ceño
-Si... yo, yo creí que era alguien màs- dije nerviosa por su expresión seria y fría
-Si, no importa- dijo seco, -busco este lugar- dijo tendiéndome un papel, lo tomé dudosa y leí la dirección
HEIKO P.O.V.
El abogado de Iván me había llamado, no me quiso decir para que, y aunque me negué en un principio Joe me convenció de ir y saber que era lo que quería de mí despues de tantos años
Ahora estaba aquí, en la ciudad donde fuí feliz en su tiempo y triste en su momento, donde conocí a la chica de mi vida; el problema es que ya no sabía como llegar, la ciudad había crecido demasiado y yo llevaba ocho años sin volver
-Esta en el centro de... centro de la ciudad- dijo la chica parada frente a mí, su tartamudeo me estaba desesperando
-¿Y cómo llego al centro de la ciudad?- pregunté fastidiado, ella me miró un segundo, me devolvió el papel y se dirigió al mostrador, ví como buscaba algo entre unas hojas, sacó una pequeña libreta y luego tomó un lápiz, y comenzó a dibujar algo en el papel
Después de unos segundos comenzó a contar con los dedos de su mano izquierda, dejando al descubierto una muñequera de cuero
-Linda "pulserita" bibliotecaria- dije burlandome, ella me miró y rodó los ojos para después continuar con lo suyo, reí por su actitud
-Aquí está- dijo arrancando la hoja y tendiendomela, -es un croquis- dijo seria, ¿y el tartamudeo?
-Gracias- dije tomandolo y saliendo del lugar
Miré el papel y comencé a caminar guiandome con el croquis, no quise llevar el carro, sentía que me manejaría mejor caminando
...
En un momento del camino ya me había logrado ubicar y no había necesitado usar el papel, cuando estuve frente a esa casa miles de recuerdos vinieron a mi mente, suspire y me acerqué a tocar la puerta, a los segundos un hombre abrió
-Heiko- dijo serio estrechando mi mano, -pasa- dijo abriendome paso
-Prefiero quedarme aquí y saber de una vez por qué me llamaron- dije seco sin moverme
Suspiró, -tu padre...-
-Tengo cáncer- dijo su voz interrumpiendo y se asomó por detrás del abogado, -las quimios ya no me hacen nada, los doctores me dan meses-
-Y quieres reivindicarte- dije burlón
-Tienes todo el derecho a portarte así conmigo- dijo con expresión cansada, -solo quiero que todo entre nosotros...-
-Basta- interrumpí, -me llamaste para pedirme perdón, es eso, crees poder solucionar todo con una simple palabra-
-Hijo...- intentó hablar
-No, no tienes derecho a llamarme así después de todo lo que hiciste- dije molesto, -no voy a escucharte- dije alejándome
-¡Heiko!- gritó, -¡Heiko!- pero no me detuve
NADINE P.O.V.
No podía sacarme de la cabeza a aquel hombre que me había pedido indicaciones, era como una especie de Deja vú, como algo que ya hubiera vivido antes
-Creo que es todo por hoy- dijo Ashley suspirando, había venido horas después a ayudar, ya que de sentía aburrida en casa sin hacer nada
-Si, gracias- dije distraída, frunció el ceño pero no me dijo nada
-Steve pasará por mi en un rato, debemos cerrar- asentí mientras tomaba todas mis cosas, apagué las luces y salimos para poder cerrar el local; a los pocos minutos la camioneta de Steve se estacionó frente a nosotros
-¿Quieres que te llevemos?- preguntó Ashley, pero negué con la cabeza
-Quiero checar unas cosas- dije excusándome, ella asintió no muy convencida y subió a la camioneta, agité mi mano y ví como desaparecían al fondo de la calle
Caminé unas calles y me paré frente a la parada de autobuses, a los pocos segundos pasó el que esperaba y subí a él, necesitaba pensar a solas
...
Recorrí el camino de terraceria hasta llegar a la playa, lo único que iluminaba era la luz de la Luna, la cual se reflejaba en el agua creando brillos en esta
Suspire, me quité los zapatos y camine hasta la orilla, el agua humedeció mis pies creando una sensación placentera, había veces en las que me sentía un poco triste y venía a relajarme un poco, por fortuna siempre encontraba sola la playa y eso me gustaba, no sabía de alguien mas que ya haya venido aquí
Me giré para caminar, y a lo lejos logré divisar la silueta de una persona, al principio creí que era producto de mi imaginación, pero mientras caminaba un poco más, logré ver que era un hombre, un hombre que miraba al horizonte cruzado de brazos
Me detuve tratando de averiguar si era alguien que conocía, pero la oscuridad no me lo permitía, negué con la cabeza y giré mi vista hacia el horizonte también, era mejor si no llamaba su atención
HEIKO P.O.V.
Suspiré por quinta vez, no lograba aclarar mis pensamientos, necesitaba de alguien que me aconsejara y me hiciera entrar en razón, que dijera qué debía hacer, qué debía pensar
Iba a irme cuando logré ver a una persona parada a la orilla del mar, la oscuridad no me premitía ver quien era, solo que era una mujer; caminé hasta ella y cuando estuve cerca un nombre se vino a mi mente
-¿Nadine?- susurre...
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¡¡Holii conejitos de la pradera!! 。^‿^。
Lamento tenerlos tan abandonados ◐︿◑ es que no he tenido mucha inspiración para escribir últimamente y por eso tardo, pero no se preocupen que las ideas ya comienzan a despertar en mi cabeza (creo)
Bueno eso es todo, disfruten el cap, se vienen cosas interesantes (─‿─)
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Why Not?
RomanceSegundas Oportunidades, hay quienes dicen que todos las merecemos; que todos tenemos derecho a explicarnos y que tenemos la obligación de escuchar a los que nos fallaron, por más difícil que eso signifique; algunos lo hacen, dan segundas oportunidad...