Hombres felices

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NADINE P.O.V.

Han pasado un par de semanas desde que volvimos, y Heiko solo ha ido a ver a su padre dos veces; la construcción del taller ha ido de maravilla y yo he vuelto a trabajar en la librería, al principio Heiko dudó en que lo hiciera, pero terminó aceptándolo

Cumplí cuatro semanas de embarazo y he seguido las instrucciones de la doctora al pie de la letra, Heiko ya le compró su primer mamila, se está precipitando demasiado

-Hola- dije sonriendo al ver a Thony parado junto a mí, él volteó a verme y bufó, -¿qué pasa hombrecito?- pregunté pellizcando levemente su mejilla

-Fuí invadido- contestó rodando los ojos, -van a pintar el cuarto de mi nuevo hermano, pasaron todas sus cosas a mi cuarto- explicó

-¿Pintar?- asintió, -creí que tus padres esperarían a saber si era niño o niña- recordé frunciendo el ceño

-Es un niño- contestó restándole importancia, sonreí por la noticia

-¿Y no te dá gusto?- pregunté recibiendo como respuesta un encogimiento de hombros

-¿Tu panza crecerá como la de mamá?- preguntó picando levemente mi estómago

-No lo sé- contesté

-Espero que no; cuando a mamá le creció la panza, papá dormía en el sillón, hasta que compró una cama mas grande- dijo frunciendo el ceño, -le diré a tío Heiko que le pregunté a papá dónde puede comprar una cama grande, así no tendrá que dormir en el sofá cuando tu panza crezca más- concluyó sonriendo y corrió hacia donde se encontraba Heiko, desde lejos ví como le explicaba a Heiko lo de comprar una cama más grande, ví como comenzaba a formarse una sonrisa en el rostro mientras escuchaba todo lo que nuestro sobrino le decía

...

Mientras acomodaba los últimos libros, la campana de la entrada sonó, me giré y me encontré con el editor en jefe sonriente

-Señorita Nadine, no hemos recibido noticias suyas- dijo sin dejar de sonreír

-No he tenido la necesidad de ir- dije seria mientras volvía a el mostrador, -¿qué quiere?- pregunté

-Visitarte- contestó restándole importancia, la campana sonó de nuevo a causa de la llegada de Heiko y Thony

-Buenas tardes, ¿qué se le ofrece?- preguntó Heiko colocándose junto a mí

-Vengo a visitar a la señorita DuCraine- contestó

-Señora Milenova, para usted- corrigió Heiko

-¿Disculpa?- preguntó el otro hombre confundido

-Debo de cerrar, así que de favor retírese- pedí suspirando

-Bien- aceptó mientras arreglaba su saco y salía del lugar

-Me había olvidado por completo de él, no esperaba que volviera- pensé en voz alta

-Espero que no regrese- dijo Heiko, volteó a verme y sonrió

-¿Que Thony no venía contigo?- pregunté buscando a mi sobrino

-Tenía que ir al baño- contestó restándole importancia, se agachó junto a mí y pegó su oído a mi vientre

-¿Qué haces?- pregunté confundido

-Escucho a mi bebé- contestó pensativo

-Aún no podemos escucharlo Heiko- dije rodando los ojos, -porque no vas y buscas un libro sobre el embarazo- sugerí

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