HEIKO P.O.V.
-Tengo un Mustang de los 50's, no sé que año específicamente- explicó Joe al otro lado del teléfono
-¿Qué necesita?- pregunté mientras me sentaba tras el mostrador de la librería
-La verdadera pregunta es: ¿qué no necesita? El tipo lo trajo bien jodido, le hace falta casi todo- contestó en tono frustrado
-Llama a Jimmy, él tiene piezas de modelos antiguos, si consigue mas de 10 presiona para que te dé un descuento-
-Ok mi Jefe- dijo poniendo voz gruesa
-Llámame cuando lo consigas- y colgué
-Hola- dijo una chica pelirroja sonriendo de oreja a oreja parada frente a mí, esperé para que continuara hablando y dijera que necesitaba, pero solo se me quedaba viendo
-¿Qué?- exclamé frustrado haciéndola sobresaltar
-Yo... yo quería pedir tu número- contestó nerviosa
-¿Por qué?- pregunté serio
-Hm, bueno es que, me pareces guapo- dijo aún mas nerviosa
-¿Y no puedes simplemente mirarme desde lejos?- pregunté frunciendo el ceño, ella abrió la boca confundida
Me recargué en el mostrador sin dejar caer mi cuerpo completamente y le hice una seña con mi mano para que se acercara
-¿Ves a la chica que está acomodando los libros en aquel estante?- murmuré señalando con la cabeza a Nadine, ella asintió mirando en su dirección, -pues yo soy el chico de esa chica- murmuré mirándola serio; ella me miró seria, abrió y cerró la boca varias veces
-Lo siento- murmuró avergonzada
-¿Qué edad tienes?- pregunté cruzandome de brazos y alejándome de ella
-17- contestó cabizbaja
-Eres joven, busca a alguien de tu edad, algún chico de tu escuela debe gustarte, si él no da el paso, hazlo tú- dije encogiéndome de hombros
-No soy del tipo de chica que atraen la atención de los chicos- murmuró con expresión triste
-Entonces aún no es tu tiempo- me miró confundida, -dedicate a la escuela ahora, no te apresures a buscar pareja, algo grande te espera en tu futuro, un chico u hombre que valga la pena y te merezca- expliqué, ella sonrió tímida
-Gracias- dijo en voz baja, asentí y ella se apresuró a salir del local
-Y ella era...- dijo la voz de Nadine junto a mí
-Una niña que necesitaba orientación- contesté restándole importancia, frunció el ceño y después negó con la cabeza como si quisiera alejar algún pensamiento
-Debo darte algo, recuerdame cuando estemos en casa- dijo en voz baja sin mirarme
-¿Es un beso? Porque por mí no hay problema si me los das ahora- dijo con seriedad
-No es un beso- contradijo recalcando cada palabra
-¿Un abrazo?- pregunté de nuevo
-No es ninguna muestra de cariño- explicó rodando los ojos
Reí, -ok, te recordaré cuando estemos en casa- dije sonriéndole, ella rió bajo y negó con la cabeza
-Deberíamos ir por algo de comer, ¿no crees?- comenté sobando mi panza
-Ve tu si quieres-
-¿Aún existe la cafetería a donde solíamos ir después de tu trabajo?- pregunté revisando mi cartera, al no escuchar su respuesta inmediata me giré a verla, miraba un punto fijo en el mostrador sin expresión en la cara, -¿Nidi?- la nombré
-Aún existe- contestó en voz baja volteando a verme
-Traeré algo de ahí- dije mientras me ponía de pie y salía de detrás del mostrador, -no tardo- agregué picando la punto de su nariz antes de salir
NADINE P.O.V.
Con solo mencionar aquel lugar había recordado todo lo que habíamos pasado allí, no volví a ir después de todo lo que pasó, y el simple hecho de que lo mencionara me hizo recordar muchas cosas
-Disculpe...- dijo una chica frente a mí, asentí sonriéndole y me acerqué para atenderla
...
-¿Dices que se fué hace mas de media hora?- preguntó Ashley sentada cubriendo su abultado vientre con sus manos
-Si- contesté frustrada, -no era um restaurante que se llenara, no creo que tengan tantos clientes tampoco- expliqué
-Pues si los tienen, había una fila muy larga y creo que la cajera era nueva- dijo las voz de Heiko sorprendiéndome, estaba parado frente a mí con dos bolsas de papel en una mano y en la otra dos bebidas cargadas en un soporte de café
-¿Qué?- preguntó frunciendo el ceño al ver que no le contestaba nada
-Yo debo ir al baño- dijo Ashley mientras se ponía de pie y desaparecía por detrás de mí
-¿Por qué hay un ambiente tan... incómodo?- preguntó Heiko dejando la comida sobre el mostrador
-Estaba preocupada porque estabas tardando mucho- admití en voz baja
-Está bien- dijo sonriendo, -¿comemos?- preguntó señalando el mostrador, sonreí y asentí
...
-Definitivamente me hubiera perdido sin tus indicaciones- mencionó Heiko mientras caminabamos de regreso a mi casa
-La ciudad creció mucho, igual solía perderme cuando recién volví- comenté observando los alrededores
-Nadine- dijo en voz baja sin mirarme, -¿cuándo me darás otra oportunidad?- preguntó deteniendo su andar y mirandome, -soy paciente pero... necesito una respuesta, saber si mis esfuerzos valdrán la pena- agregó cuando no contesté
-¿Puedes esperar a preguntar cuando estemos en casa?- pregunté al sentir una corriente de aire frío
Suspiró, -claro- dijo con voz desganada
No faltaba mucho para llegar a casa, así que en pocos minutos ya estabamos en mi departamento; cuando entramos, dejé mi mochila y abrigo en el perchero, Heiko hizo lo mismo con su chaqueta
-Prepararé un poco de café- anuncié dirigiendo mi paso hacia la cocina, pero Heiko me detuvo tomandome del brazo
-Ya estamos en casa, ahora puedes contestarme- murmuró
HEIKO P.O.V.
-¿Puedes sentirlo?- pregunté tomando su mano y poniéndola sobre mí pecho, del lado de mi corazón, -por qué sigues poniendo trabas si sabes que...- no logré terminar porque sus labios estaban sobre los míos, quietos, solo haciéndome callar
-Ayúdame- susurró sobre mi boca, fruncí el ceño sin entender, -bésame- explicó sonriendo, reí mientras la tomaba de la cintura y comenzaba a mover mis labios sobre los suyos; el beso se hizo profundo, tanto que terminamos en el sofá
Mi mano comenzó a colarse por debajo de su blusa, pero ella detuvo su avance
-Quieto- susurró sin dejar de besarme
-Ya no tienes 16- murmuré sonriendo mientras me levantaba con ella en brazos haciéndola reír...
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Why Not?
RomanceSegundas Oportunidades, hay quienes dicen que todos las merecemos; que todos tenemos derecho a explicarnos y que tenemos la obligación de escuchar a los que nos fallaron, por más difícil que eso signifique; algunos lo hacen, dan segundas oportunidad...