Capitulo 9:

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IX

'En esos momentos no me hacía falta nada más, tenerle ahí conmigo era lo mejor que podía pasarme. Estábamos, ambos, en el sofá. Él estaba tumbado con la cabeza en mis piernas y yo no dejaba de acariciar su pelo, me encantaba ver como cerraba los ojos de lo mucho que le gustaba. Era imposible no sonreír ante esa imagen, verlo ahí, tan frágil y relajado, con los ojos cerrados y con una sonrisa que me entraban ganas de acercar mi cara a la suya y besarle. Besarle hasta acabar con sus labios.

Cuando dejé de acariciarle el pelo recuerdo que abrió los ojos y se me quedó mirando fijamente, como si estuviese buscando algo. Vi como se mordió el labio y como le brillaban los ojos. Sonreí automáticamente, era algo que ya me salía solo. Sabía que si en estos momentos alguien pronunciaba su nombre, sonreiría sin querer y sabía de sobras que eso no era nada bueno.

-¿En qué piensas?- pregunté.

-En ti- susurró y reí.

-Va, deja la broma a un lado por una vez- le pedí.

-No estaba bromeando- sonrió y notaba como el color de mis mejillas iba en aumento- ¿Sabes que me entran ganas de besarte cuando te pones colorada?

-Pues no sé a qué esperas para hac..-no me dejó continuar porque se sentó para así alcanzar mis labios. Me cogió ambas mejillas con sus manos y me besó dulce y lentamente, y hasta ese entonces ni yo misma me había dado cuenta de lo mucho que necesitaba que me besara así. Puse mis manos en su pecho para separarlo de mi y así coger aire porque si fuese por él, dejaría que muriese entre sus labios. Tampoco me importaría morir así, sería una forma bonita de hacerlo.

Recuerdo que estuvimos unos segundos donde solo nos miramos, él tenía la respiración agitada y yo más de lo mismo, a ratos se me iban mis ojos a sus labios y a él también le pasaba. Sonreía y veía que él me imitaba, estábamos cerca pero sin la necesidad de besarnos. Él no sabe que esos segundos los dediqué a recordar su rostro para tenerlo presente mientras dormía lejos de él.

-¿Qué me estás haciendo?- preguntó mientras cerraba los ojos y apoyaba su frente en la mía.

-Eso mismo podría preguntarte yo a ti- le dije intentando no sonreír. Me cogió de la cintura y me sentó a horcajadas. Le acariciaba lentamente el pelo mientras él me acercaba cada segundo más a su cuerpo, como si fuese posible. A veces cuando hacía eso me reía porque parecía como si quisiera tenerme más cerca y él no se daba cuenta de que no se podía. Le besé la punta de la nariz- No tardaré en irme- susurré y cerró los ojos mientras negaba con la cabeza y escondía su cara entre mis rizos.

-No voy a dejar que te vayas.

-¿Vas a retenerme en contra de mi voluntad?- reí y se separó de mi, la sonrisa que él llevaba puesta en la cara era matadora.

-Nunca sería en contra de tu voluntad si quieres quedarte- se mordió el labio.

-Lo tienes muy creído.

-Creído no, solo sé que no puedes resistirte a mis encantos.

-Eso es lo que tú crees- le reté.

-¿Estás segura?- asentí- Entonces haga lo que haga podrías resistirte a besarme en los labios, ¿no?

-Sí- dije muy segura de mi misma.

-¿Puedo?- preguntó apartándome el pelo y asentí.

Recuerdo que la forma en la que empezó a besarme el cuello me volvía loca. No podía mantener los ojos abiertos y inconscientemente tiraba la cabeza hacía detrás para que él no dejara de besarme. Echo de menos sentir su sonrisa en mi cuello, siempre sonreía al notar lo mucho que me gustaban sus besos. Empezó besándome en la base del cuello y subió por la mandíbula hasta acercarse a mis labios pero se resistía y no se detenía a besarlos. Recuerdo que mis dedos se perdieron en cada centímetro de su espalda. Y no pude, no aguanté mucho tiempo hasta que con una de mis manos agarré su mentón y acerqué sus labios a los míos, antes de besarle hay que decir que me susurró un 'no puedes resistirte a mi' y a esas alturas tenía razón, no podía. Pero para ese entonces no pensé mucho en ello, estaba más concentrada en no dejar de besarle. Intentaba, con cada beso, no sentir todo lo que sentía pero no podía controlar que la piel se me pusiera de gallina ni que me costase respirar ni tampoco querer más y más, no podía.

¿Dónde Estás Amor?(Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora