Capitulo 11:

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XI

'Nadie en su sano juicio entendería lo mucho que llegaba a necesitarle. Cada mirada a escondidas era una caricia que deseaba darle, y no podía, joder. Lo sentía tan lejos y a la vez tan cerca. Nadie sabía lo mucho que había llegado a llorar por sentir que no lo tenía aún teniéndole. Y juré y perjuré no volver a llorar pero venía él y hundía mis planes con esa sonrisa que hacía que perdieras hasta la razón de tu mísera existencia.

¿Sabéis qué? Yo soñaba con él día tras día. Que, chicos, mi insomnio llevaba su nombre, apellidos y ese color negro de sus ojos que me impedía conciliar el sueño. Y..ha pasado el tiempo y todo sigue igual, supongo que la única diferencia es que ya no le tengo. Sabía que le acabaría perdiendo. Sabía que nadie como él podía desperdiciar su vida con alguien como yo. Era demasiado bonito para ser verdad, y si lo era no podía durar para siempre. Que estamos hablando de mi vida y el siempre nunca me ha durado más que un par de cigarrillos.

Yo sólo quería tenerle a todas horas; a las seis de la mañana besándome para darme los buenos días, a las tres y media de la tarde agarrada de su mano por el parque o a las diez y treinta y doce de la noche haciendo el amor, en la cama o quizás en el sofá.

Recuerdo que la gente nunca entendía el por qué de ese miedo a perderle y, a mi solo me hacía falta ponerme delante del espejo para darles mil y un motivos por los que Iván no debería estar conmigo y, inexplicablemente él me había dicho que me quería. No podía quitarme esas dos palabras de la cabeza; que me quería, joder. No sabéis lo bonito que es que te lo digan pero a la larga supongo que me di cuenta de que todo era una puñetera mentira.

Para ese entonces solo era una estúpida niña  creyendo que, el príncipe azul del que tanto me había hablado mi madre, llegaría. Ahora me arrepiento de pensar que él era el indicado cuando en realidad era el equivocado.

Cuanto daño hace el amor o, él.

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Le había dicho que le quería, no había mentido. Esa era la única explicación lógica que encontraba al nerviosismo que me entraba cuando le veía o, ese sudor de manos, esa sonrisa de subnormal que solo una persona en toda mi vida había conseguido sacar, o esas ganas de besarle constantes o quizás tiene que ver con ese hormigueo que siento al verle, ¿esas serán las mariposas de las que tanto habla la gente? Esas cosquillitas constantes que noto en la piel después de cada beso, o al morderme el labio para aguantar las ganas de perderme en cada centímetro de su ser.

No eran normales esas ganas de besarlo y hacerle saber al mundo que era mío. Tan mío como yo suya. Aún recuerdo cuando me dijo eso, nunca había sentido la necesidad de pertenecer a alguien hasta que le conocí.

-¿Qué haces que me besas tanto?- me reí- Al fin me vas a dejar marca.

-Eso es lo que quiero- dijo separándose de mi cuello-Que por aquí hay mucha lobo suelto-dijo rodeándome el cuello. Estaba sentado a horcajadas.

-¿Y?

-Que tienen que saber que eres mío.

-¿Tuya?- reí- ¿Y si no quiero?

-Ah-río e intentó levantarse pero no le dejé-Entonces no te importara que me bese con..-le puse uno de mis dedos encima de sus labios. Se calló.

-No querrás que haya una pelea, ¿no?- negó riendo-Soy tuyo, enana.

-Y yo soy tan tuya como tú mío.

-¿Hasta cuando?- me puse seria.

-Hasta que no quieras que el que te deje marca en el cuello sea yo.

-Cariño, tu hace tiempo que dejaste marca sin necesidad de besarme.

-¿Y eso es bueno?

-No lo sé- le abracé a mi- Pero dicen que lo que deja huella no se olvida- le susurré en la oreja-Pero ya me va bien porque yo no quiero olvidarte.

-¿Ah no?- negé.

-Tampoco podría olvidarte.

Y no solo me olvidó sino que también me rompió.

__

Narra Marcos :

Sonreír a la nada pensando en una tía era un síntoma clarísimo de que iba a pillarme por ella.  No podía acabar así, joder, que empiezas enamorándote y te acaba doliendo como nunca antes nada te ha dolido.

Tenía el móvil en la mano, no podía dejar las manos quietas..estaba nervioso. No podía gustarme Vicky , ¿como? Eso era imposible..¿o no? Miré a Julia que se reía a mi lado.

-¿Qué es lo que te pasa?-preguntó.

-No te interesa.

-¿Sabes lo que pienso Marcos?

-No pero estoy seguro de que me lo dirás.

-Pienso que estás enamorado de Vicky  pero que no quieres admitirlo porque a ti esas cosas no te van. Crees que te volverás más débil y estúpido y no quieres eso. No quieres darle a ninguna  tía la oportunidad de estar contigo porque no quieres pasarlo mal pero Marcos, nunca te has enamorado y no has vivido las cosas buenas del amor- me sonrió- El amor puede arrasar con todo pero también puede llenarte- parecía que le temblaba la voz- Quizás no es bueno depender tanto de alguien pero vale la pena arriesgarse por lo que vale la pena tener- se levantó de mi lado-No pongas la barrera de la edad como una excusa para no arriesgarte.

-¿Y por qué crees que tengo razón? ¿por qué crees que me siento así?- pregunté nervioso. Julia nunca dejaría de sorprenderme.

-Sé que tengo razón porque te brillan los ojos al mirarla- apartó unos segundos la mirada-Y porque yo también me siento así.

-¿Así como?

-Frágil por estar enamorada y con miedo al no saber que hacer.

-¿Enamorada? ¿de quién?- le miré fijamente. Sabía que no me lo diría.

-Quizás te esté fallando pero no puedo decirle que no al amor- le temblaba la voz como si fuese a llorar.

-Eh- me acerqué a ella - Julia no digas eso, sea quien sea voy a seguir aquí.

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Narra Julia:

Me pensé mucho lo que le diría a Marcos, pero no podía más. Mis sentimientos hacia Iván cada vez eran más grandes y no podía seguir guardando nuestro secreto.

-¿Aunque esa persona sea Iván?

-¿Qué?-me miró con los ojos bien abiertos.

-No quiero que me digas que me hará daño ni que en un futuro me dirás 'te lo dije', no quiero. Déjame que me equivoque yo sola.

-Julia... No sabía que te gustaba Iván, sabes que te apoyaré siempre... Pero Julia, él no- negó con la cabeza-¿No te das cuenta de que no estás hecha  para él?

-No-negé- Aquí el problema soy yo. La que no está hecha para él soy yo.Marcos...¿sabes lo que es no sentirse suficiente para nadie y que llegue él y te cambie el mundo?- sentía como el nudo de la garganta se deshacía-¿Sabes lo que es despertarse y sentir que no vales nada?

-Julia...

-Él me ha hecho sentir que valgo un poco más la pena así que no me digas que él no es para mi.

-Te hará daño.

-Me merezco ser feliz- susurré.

-¿Estarás bien?- susurró-¿Lo prometes?

-Lo estaré- la miré- Lo prometo.'

Pero ya sabéis como está el mundo con las promesas y..  


¿Dónde Estás Amor?(Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora