Capitulo 18:

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XVIII

Narra Ivan:

'Nunca pensé que existía la posibilidad de engancharme tanto a alguien como lo hice con ella. Quería hacerlo todo con ella, reír, llorar, vivir, amar..tantas cosas; ella hacía que tuviese ganas de vivir intensamente como nunca antes había sentido. Me hacía valorar las pequeñas cosas; cada beso, cada risa, cada mirada..Recuerdo que muchas veces me giraba y veía a Julia sonriendo y con la mirada fija en mí, le arqueaba una ceja y agachaba la mirada avergonzada como si la hubiese pillado haciendo algo que no debía; me acercaba a ella y le alzaba el mentón para besarla. Esos besos me daban la vida. Teníamos miles de besos; los que decían todo aquello que no nos atrevíamos, los que iban acompañados de risas, otros con mordiscos, los besos lentos cuando más nos necesitábamos y los besos sin pausa de las ganas que nos teníamos. Pero sin duda alguna, ¿sabéis con qué beso me quedo? Me quedo con aquellos que me daba justo cuando íbamos a dormir; se acercaba a mi lentamente y, después de apoyarse en mi pecho, me besaba lentamente y al apartarse me susurraba un te quiero bajito y, chicos, sentir como después de ello, se apoya en tu pecho y notar la respiración en tu cuello; era la mejor medicina para todo lo malo. Recuerdo que adoraba despertar con Julia, la notaba abrazado a mi fuertemente y parecía que no quería soltarme o, había veces en las que me despertaba con una lluvia de besos y desde ahí empecé a adorar la lluvia, me recordaba a ella. Recuerdo que me despertaba entre risas mientras me decía 'parece que va a llover' y empezaba a besarme por toda la cara sin prisa, sin pausa, sin querer separarse de mi. Su imagen de recién levantada quedó almacenada en mi mente para el resto de mi vida, era hermosa. Me encantaba enredar mis dedos en su pelo mientras ella seguía durmiendo, me encantaba hacerla cosquillas con mis besos en el cuello para despertarla riendo, que hablen de melodías perfectas para despertarse si quieren que la más bonita la tenía yo. La tenía, ahora ya no.

No sabéis lo difícil que es empezar a echar de menos algo que creías que eras tuyo, lo difícil que es levantarte de la cama sabiendo que no va a estar ella justo detrás para abrazarte por la espalda, lo difícil que era ponerme frente al espejo del baño sabiendo que ella no iba a aparecer corriendo para saltar justo encima de mi espalda chillando, o lo chungo que era desayunar sin escucharla hablar o no escucharla cantar de buena mañana de lo feliz que estaba, o simplemente..lo difícil que era no tenerla. Sabía..sabía que había metido la pata hasta el fondo, que la había cagado, que había hecho las cosas mal, otra vez, pero nunca me había dolido tanto equivocarme ni tampoco perder a alguien. A día de hoy; todavía recuerdo como Julis empezó a llorar al saber que todo esto había terminado y, chicos, por mucho que la haya visto llorar mil veces, esa vez, esa puta vez no puedo olvidarla; se veía tan perdida y sola. Supongo que como me veo yo ahora. Es tan jodido que siempre que hacemos daño tiene que ser a alguien al que de verdad queremos. Y me fastidia, me jode saber que no voy a volver a abrazarla, que no va a volver a hablarme, que ni siquiera me mirará después de todo lo que hemos llegado a sentir, después de todo lo que nos hemos querido pero no la culpo, a veces, el amor no puede con todo y menos con las mentiras.

Me equivoqué, lo sé, preferí tener un par de besos que no significaban nada y perder a alguien que para mi, en ese momento, lo significaba todo pero tuve que darme cuenta cuando ya era demasiado tarde, cuando sabía que ya la estaba perdiendo o que ya la había perdido.

Quiero que sepáis algo, no hay día que no me arrepienta, no hay día en el que no desee llamarla o buscarla porque, joder, no quiero no quererla. No quiero olvidar todo lo vivido, no quiero hacer como si nada o como si ella nunca me hubiese importado.

Julia fue, es y será el gran amor de mi vida. Y no, no me arrepiento de haberla elegido a ella.

¿Sabéis qué? Empecé a escribirle una carta para dejarla en su buzón, quería decirla en ella lo mucho que la quería y lo mucho que sentía haberlo jodido todo pero nunca llegué a terminarla, sabía que por mucho que escribiese mil hojas, por mucho que le pidiese perdón en cada una de ellas; no me perdonaría. Y es duro seguir queriendo a alguien que con el paso del tiempo acabará odiándote pero me lo merezco. Me merezco esto; merezco estar mal, jodido y pasarme los días metido en la cama como estoy haciendo ahora. Merezco estar hundido. Os quiero confesar algo, me gustaría sufrir por los dos, él no se lo merece. Y sé que está mal, Vicky me lo dijo y no debería, al menos no por un capullo como yo.

¿Dónde Estás Amor?(Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora