Capitulo 8

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VIII

'Recuerdo que me pasé media tarde esperando su llamada y cuando creía que no iba a llegar sonó el teléfono. Esperé que sonara unas cuantas veces para que no pensara que estaba esperando con ansias su llamada. Lo cogí.

-¿Diga?- respondí.

-Hola nena- le escuché decir-¿Te va bien que pase a recogerte ahora?

-Pensaba que no me llamarías- respondí.

-A veces tu hermano es muy pesado- empezó a reír y le imité- He tenido que decirle que salía con una chica para que se callara.

-¿Le has dicho que esa chica soy yo?- pregunté nerviosa.

-No- admitió- Aún no estoy preparado para que me eche la charla de hermano mayor- reí- ¿Qué me dices? ¿Te va bien?- preguntó.

-Sí- dije- Dame unos minutos que acabe de prepararme.

-Vale- respondió- En cinco minutos estoy ahí.

-Perfecto- respondí y se quedó callado al otro lado, sabía que él estaba sonriendo de la misma forma que sonreía yo- ¿No piensas colgar?

-Esperaba que lo hicieses tú.

-Adiós Iván-suspiré y lo escuché reír. Separé el teléfono de mi oreja para darle a colgar pero le escuché hablar.

-Julia- susurró.

-¿Qué?

-Nada..solo que- hizo una pausa haciéndose esperar, quería matarlo- Tengo muchas ganas de verte- matarlo, sí, pero a besos. Sonreí como una tonta, como siempre hacía cuando estaba con él y colgé. 

Acabé de prepararme, no sé porqué quería darle una buena impresión, como si tuviese que ponerme perfecta para él, sencilla pero perfecta. Me miré al espejo y escuché como alguien tocó el claxon y me asomé a la ventana. Era él. Me mordí el labio y bajé corriendo las escaleras. Escribí una nota que dejé pegada en la nevera poniendo "Marcos, he salido con Vicky, vendré más tarde. Estaré bien, no te preocupes. Te quiere, tu pequeña Julia.' Yo ya me había encargado de decirle a Vicky que si mi hermano le preguntaba, había pasado la tarde con ella.

Salí de casa y me subí al coche. Me miró con una sonrisa y susurré un 'hola'. 

-¿No piensas saludarme?- preguntó.

-Acabo de hacerlo- se rió y se desabrochó el cinturón. Acercó su cara a la mía para besarme mientras una de sus manos iba a mis piernas. Le rodeé el cuello con mis brazos y empezamos a besarnos como si hubiéramos pasado meses lejos el uno del otro cuando en realidad solo habían pasado unas horas. Lentamente subía la mano hacía arriba, poniéndome nerviosa. Me separé un poco de él para coger aire, sonreí, parecía muy dispuesto a matarme a besos y para que engañarnos, que buena forma de morir. Puse una de mis manos encima de la suya para que parase.

-Me pones nerviosa- admití y entrelazó nuestras manos.

-Me gusta ponerte nerviosa- sonrió y volvió a ponerse bien en su asiento. Se abrochó el cinturón y arrancó el coche.

Me giré en mi asiento para poder ver cada uno de sus gestos al conducir, de vez en cuando se giraba y me pillaba mirándole cosa que hacía que se mordiese el labio y sonriera.

-No hagas eso- le pedí.

-¿El qué?- preguntó haciendo ver que no entendía de lo que le estaba hablando.

-Morderte el labio- admití- Haces que quiera besarte.

-Hazlo- sonrió.

-¿Qué quieres que tengamos un accidente?- detuvo el coche y le miré frunciendo el ceño. ¿Había detenido el coche solo para besarme?- ¿Qué haces?- pregunté.

¿Dónde Estás Amor?(Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora