Capitulo 1 :

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I

Hará cuestión de un par de semanas que no estoy del todo bien, no porque esté de moda sino porque últimamente las cosas en mi vida no van muy bien. A veces pienso 'va Harry, no es para tanto, ¿no crees?' pero otras estoy tan hundido que solo se me pasa una cosa por la cabeza, un '¿porqué sigues luchando?' constante que no se me quita de la mente, aunque quiera. Y hoy es uno de esos días en los que pienso en que no vale una mierda seguir, ¿para qué? ¿para acabar peor de lo que ya estaba? Paso.

Hoy no he ido a clase, le he dicho a mi madre que me encuentro mal, ella siempre se lo cree -ilusa- simplemente no he ido porque estoy cansado,un tipo de cansancio que no se me pasa durmiendo una semana entera sino que, no sé, ¿nunca habéis estado cansados emocionalmente? ¿nunca habéis necesitado un tiempo para vosotros? ¿nunca habéis pensado 'oye, ya es hora de que te relajes'? Últimamente mis días se basan en eso. Pienso tantas cosas que a veces le doy la razón a mi madre cuando dice 'Harry, pensar es malo', tiene razón.

Bueno, como os estaba contando, me he quedado en casa- en la cama- y he estado pensando en muchas cosas; la primera que no entiendo como a veces para la corta edad que llegamos a tener, nos comemos la cabeza más que cualquier otra persona. Siempre pensamos que nuestros problemas son los peores del mundo y que no tienen solución, nos ponemos en lo peor porque parece que nos gusta lo complicado. O quizás soy yo que soy demasiado complicado pero no sé. Esa es mi respuesta de estos últimos días, un constante 'no sé'. Si me preguntarais como estoy os respondería eso; 'no lo sé, cuando lo sepa te llamo'. Siempre he sido una persona que no tiene pelos en la lengua y que si tiene que decir ciertas cosas, las digo. Siempre he sido el típico chico fuerte y que no le teme a nada. O al menos no le temía a nada antes de conocerle a él. Después de que apareciese empecé a ser la persona más insegura del mundo, ¿y qué pasa si esa persona a la que tanto quieres te deja? Pensaba siempre y mira tu por donde que al final es lo que ha pasado. Miradme, aquí en casa encerrado llorando por un tío tan capullo como él. Es eso lo que últimamente me pasa. Él. Ese es el motivo por el que hace un par de semanas que estoy hecho una mierda, sí, como leéis; estoy jodido, cansado, roto,sin ganas de nada, sin él, sin mi, perdido, en un mar de dudas, llamadlo como queráis. Un amigo mío me decía 'Harry siempre que te pregunten qué tal y estés jodido tienes que responderles diciendo "estoy jodido pero contento"' Así que ahora mismo podríamos definir mi estado de ánimo más o menos con esa frase, 'jodido pero contento'.O no tan contento.

Mi madre también ha notado que algo no va bien, que no soy el mismo chico de siempre risueño que se levanta sonriendo incluso a las siete de la mañana aunque odie madrugar, que no soy el mismo y ya. Nota que me falta una parte de mi sin saber que esa parte se la ha llevado él. Quizás os debería contar como acabó la cosa y después quizás como empezó. A mi me gusta empezar por los finales, ¿sabéis porqué? Porque siempre que acaban mal si empiezas por el final empiezas por lo malo, y así acabas por el principio, por cada beso, caricia, el primer hola.. Empezar por lo malo y acabar por lo bueno, que yo no os quiero dejar con mal sabor de boca.

Empezaré por el principio; recuerdo que el día que se acabó era un martes, al menos así ya tengo un motivo para odiarlos también. Llovía y eso que a mi me encanta la lluvia pero eh, un cabrón como él no hará que la odie. Recuerdo que venía corriendo hacia casa, sin paraguas, pero no me importaba; la verdad que siempre que llovía no lo usaba, a mi me gustaba mojarme bajo la lluvia. Eso me hacía sentir tan bien, no me preguntéis porqué. Me quedaban pocos metros para llegar a casa y vi a una figura en mi puerta y no me hizo falta mirarle para saber que era él porque siempre que estábamos cerca mi cuerpo reaccionaba. Le miré y me sonrió, una sonrisa que no había visto nunca. Quizás refleJaba miedo o culpa, quién Sabe. Quise acercarme para besarle pero solo me hizo falta una mirada de él para saber que algo no iba bien. Sentí como algo dentro de mi se rompía, llamadlo 'x', pero siempre había tenido como un sexto sentido para notar que las cosas iban mal y sabía que este era uno de esos momentos. Para ese entonces se me olvidó hasta que estaba lloviendo y que lo más posible es que cogiera el resfriado del siglo. Le miré frunciendo el ceño y no sabía qué decir, solo sabía que a estas alturas ya le había perdido.

-¿Qué es lo que pasa?- le pregunté y noté que me esquivaba mucho la mirada.

-¿Podemos subir?- preguntó señalando con el dedo hacia arriba.

-No- susurré- No creo que pueda soportar ésta incertidumbre los diez segundos que tarda el ascensor en subir.

-Solo son diez segundos- me miró.

-Para mi son una eternidad si sé que cuando lleguemos arriba me dirás que tenemos que hablar.

-Harry... - susurró.

-¿Qué?- respondí- Ya sabes como soy, sabes que con una mirada me dices todo lo que callas.

Se pasó una mano por el pelo, tenía los labios de un tono liloso por el frío y aun sabiendo que ésta sería nuestra última vez, los habría besado para hacerle entrar en calor.

-La he cagado- me dijo y dejé de mirarle. Sabía que si seguía mirando esos ojos de corderito degollado me habría lanzado a sus brazos para consolarlo por lo que había hecho y sea lo que fuere lo que había hecho estoy seguro que no tenía el derecho de pasar un minuto más entre mis brazos.

-¿Tengo que tener miedo al preguntarte que es lo que has hecho?- volví a mirarle.

-Sé que me dijiste que confiabas en mi- le interrumpí.

-Pero ahora me vas a dar la razón y me dirás que no tendría que haberlo hecho, ¿no?- apartó la mirada- Dí que sí, campeón.

-Harry ... - pronunció con la mirada perdida- Yo no quería, te lo juro, no quería irme con ella pero..-no le dejé continuar.

-Pero lo has hecho- le miré intentando mantenerme fuerte aunque por dentro notaba como algo se estaba haciendo añicos- ¿Y ahora qué?- me miró sin entender- ¿Ahora es ese momento en el que me vas a decir que lo sientes y que no querías? ¿me vas a pedir que te perdone? ¿me vas a prometer amor eterno y me dirás que podemos volver a intentarlo?- asintió con miedo-Louis, esto no es como una de esas películas que acaban bien.

-¿Y entonces?- preguntó.

-Entonces, ¿qué?- le dije.

-¿Me estás dejando?

-Parece mentira que aún lo dudes- respondí- Estoy cansado de que la gente piense que me voy a quedar siempre ahí.

-Pero..-suspiró-Harry, podríamos intentar arreglarlo, yo..- me miró serio- Te quiero.

-¿Intentarlo?- sonreí aunque tenía unas ganas tremendas de llorar- No hagas que me ría.

-No estás siendo justo.

-¿Que no estoy siendo justo?- le pegué un pequeño empujón- ¿Y tú lo estás siendo? ¿Crees que es justo que me digas por la mañana que me quieres y que por la tarde me vengas contando que te has ido con otra? Hablemos de injusticias, va.

-Lo siento- dijo.

-Eso no arregla nada, joder- susurré- Siempre creéis que con un par de palabras la cosa se soluciona pero sigue doliendo- y rompí a llorar, no podía con esto.

Recuerdo que le miré y le dije lo mucho que lo odiaba aunque era mentira. Estaba muy asustado y lo mucho que lo necesitaba no lo sabía nadie. Quizás ni yo era consciente de lo mucho que lo echaría en falta. Hice que se fuera, le grité cosas que no quiero recordar, le diJe que no le quería aunque era mentira, le dije que era el peor error que había cometido en mi vida cuando a estas alturas sé que lo cometería de nuevo. Hablé sin pensar o puede que el que hablara fuese mi corazón, cansado de tanta mierda. Cansado de tantas ilusiones truncadas. Recuerdo que al irse no se giró como de costumbre a guiñarme el ojo aunque en mi fuero interno lo deseaba con todas mis fuerzas. Se marchó despacio como si no estuviese preparado para irse- yo tampoco lo estaba para dejarlo- miré su espalda deseando que volviese aquí. Y entonces me dí cuenta de que el mundo seguía; que el coche del vecino de enfrente llegaba a casa porque eran las siete y cuarenta y seis de la tarde, que el gato del barrio jugaba con la comida de la basura, que el semáforo se acababa de poner en rojo, que justo sonaba la sirena de una ambulancia.. el mundo no parecía pararse aunque a mi me acabaran de romper el corazón. Miré hacia el cielo y no sabía exactamente si mi cara estaba mojada por las lágrimas o por la lluvia, supongo que ambas. No me molesté en secarlas, ya no me quedaban fuerzas. Recuerdo, también, como en esos diez segundos del ascensor me acomodé el pelo y sonreí para que mi madre no notara nada. Se me dio bien y a partir de entonces no he dejado de hacerlo. No he dejado de entrar en mi casa fingiendo estar bien cuando en realidad estoy mal. Y por eso me tenéis aquí, llorando como un tonto por otro tonto que no supo valorarme o puede que yo no valiese tanto como me habían hecho creer.

¿Dónde Estás Amor?(Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora