Capitulo 19:

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XIX

Narra Julia:

'Hoy volvía a llover y yo volvía a pensar en él.

Era rutina, siempre me sentaba en el alféizar de mi habitación y apoyaba la frente en el cristal y mientras que con mi aliento empañaba a éste; mis lágrimas intentaban ganarle esa carrera a la lluvia. A veces, lo que hacía era apoyarme en la puerta de mi habitación, con los cascos puestos y la música a todo volumen e intentaba olvidarme de él pero parecía que todas y cada una de las canciones hablaban de nuestro amor imposible y que no pudo ser ni será. Otras veces lo que hago es tumbarme en la cama mirando al techo como si ahí estuviesen las respuestas a todas las preguntas; el ¿por qué? a todo y parece que nunca lo encuentro. Hoy era uno de esos días en los que estaba escondida detrás de la puerta intentando no llorar pero, chicos, se ha quedado en eso; en el intento. Y sentada ahí, ha habido un segundo en el que se me ha ido la vista a la estantería llena de libros y no he podido evitar acercarme para coger el de "y decirte alguna estupidez, por ejemplo, te quiero", no he podido evitar abrirlo para mirar como seguía esa flor que perteneció a ese ramo de flores que un día me compró..

se había marchitado, era de esperar, no podía seguir con vida para siempre; supongo que lo nuestro tampoco, era como esa flor. Era preciosa pero sabes que una vez que la arrancas, al fin y al cabo, morirá. Y lo nuestro acabó muriendo.

"-Julia han picado a la puerta, es para ti- dijo Marcos desde abajo.

-¿Es  importante?- pregunté.

-Ven y compruébalo tú misma.

Escuchaba a alguien cuchichear, esa voz era inconfundible, no podía equivocarme si decía que era él.

-Te has vuelto un cursi- oí a mi hermano mientras bajaba por las escaleras.

-Te callas-dijo y ambos se giraron al oírme. Creo que en ese momento no podía sonreír más porque acabaría doliéndome la cara. Bajé las escaleras de dos en dos y noté como mi hermano se fue pero estaba más concentrado en mirar a Iván  con un ramo de flores.

-¿Y esto?- sonreí.

-Pensaba que..-se tocaba el pelo nervioso- podría gustarte- cogí el ramo  con una mano y lo abracé a mi.

-Son preciosas.

-Tú lo eres- dijo y me separé de él. Acerqué el ramo a mi nariz y lo olí con una enorme sonrisa en mi cara- Huelen bien, ¿verdad?

-No mejor que tu colonia en mi- vi como sonreía- Gracias- noté que me sonrojaba poco a poco, se acercó a mi mejilla y la mordió, no pude evitar reír- No te quedes ahí- le cogí de la mano y me acerqué a la cocina con él para poner las flores en remojo."

Recuerdo que subimos a mi habitación en contra de la voluntad de Marcos  pero en esos momentos no me importaba.

"-¿Y eso?- señaló el marco de fotos encima de mi escritorio. Él estaba sentado en mi silla y yo en su regazo.

-Me gusta como salimos en esa foto- sonreí y el se mordió el labio- Pensaba que no te importaría que la tuviese.

-No- me abrazó la cintura- Solo que yo también la quiero- me giré a mirarle- Tamaño póster para tenerla colgada en el techo de mi habitación y levantarme feliz al verte- me giré en su regazo y ahora ambos nos mirábamos.

-¿De verdad la quieres?

-¿No crees que sería genial?- me apartó el pelo de siempre de la cara y apoyé mi frente en la suya.

-Claro que lo sería- susurré- Pero sería más genial girarme en la cama cada noche y encontrarte.

-Eso ya sería el cielo- me dijo con los ojos cerrados

¿Dónde Estás Amor?(Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora