Pensar con la cabeza fría

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Dos:

-¿Es enserio?-me baje del auto y coloque mis lentes de sol sobre mis ojos.

-Dicen que es mejor pensar con la cabeza fría-Steff se encogió de hombros-Vendré por ti cuando me llames diciendo que tienes una canción lista-y con eso, cerro la puerta y el auto arranco, dejándome sola en medio del estacionamiento.

-Malditas canciones-murmure y me dirigí al edificio, no planeaba quedarme en el horrible sol de Los Ángeles todo el día.

Me senté en una de las últimas gradas y saque mi cuaderno, ahora solo debía esperar a que la inspiración llegará.

-¿Aún no ha llegado?-deje de mirar el cuaderno, llevaba en esa posición cerca de quince minutos y mi espalda comenzaba a doler. Mire a los dos chicos que se encontraban en la primera grada y conversaban entre ellos.

-Voy a matarlo, dijo que llegaría hace una hora-murmuro el otro chico, podía jurar que tenía el cabello morado.

-¿Tú crees? Prometió llegar hoy, mañana el coach no estará feliz-el de cabello morado negó con la cabeza, mire mi teléfono, al parecer había pasado más de quince minutos mirando a mi cuaderno. Tenía cuatro mensajes de Steff y dos de mi manager preguntando si algo había surgido.

Tal vez era momento de irme, guarde mi cuaderno en mi bolsa y me puse de pie para poder bajar por las gradas, coloque bien mis lentes oscuros y baje la mirada, si los paparazzi aparecían en estos momentos iba a odiarlos más que nunca.

Baje las gradas lentamente y pase a un lado de los dos chicos, que siguieron conversando sin darse cuenta de mi presencia, para caminar hasta la entrada. Me detuve al ver un flashes y a los paparazzi acosando a alguien afuera de la pista de patinaje. Ugh, podía imaginarme cuantos rumores surgirían si se me veía saliendo de una pista de patinaje y después subirme a un taxi.

Suspire resignada y di media vuelta para buscar otra salida, la puerta de la pista se abrió y el ruido del exterior se escucho por unos segundos hasta que la puerta se cerro. Al parecer yo no era la única famosa en la pista, porque afuera había chicas gritando un nombre que no era el mío. Mire a mi alrededor, la pista debería tener otra salida, una de empleados tal vez.

-Ugh, una entró T.-escuche una voz a mis espaldas, me tensé enseguida y me quede en mi lugar, tal vez si no me movía no me iban a notar.

-No creo que sea una fan Señor Springs.

¿Señor Springs? Rayos, ese chico debía tener un ego alto para hacer que su propia seguridad lo llamará así.

-Es una fan te digo-respondió ácidamente el chico-¿Alguna vez haces tú trabajo bien?-respire profundamente, no lo mates, no lo conoces, no quieres un escándalo.

-¡Dijiste que llegarías hace una hora!-esa era la voz del chico de pelo morado, estaba casi segura.

-Surgieron unas cosas-habló el Señor Ego despreocupadamente.

-¿Qué clase de cosas? El coach dijo que te mantuvieras alejado de los medios y los rumores Dylan-hablo el otro chico molesto.

-Cálmate Hunter, fui a comprar algo, una fan puso un tweet diciendo que me había visto y la gente llegó a mi, nada más.

Estaba segura de que querían decir algo más o que su conversación iba a pasar a ser una discusión, pero mi teléfono sonando rompió su tranquilidad, genial, justo cuando habían dejado de notarme.

Me lleve el teléfono al oído e intente ignorar los tres pares de ojos que tenía mirando a mi espalda.

-¿Escribiste algo?-maldecía a Steff en esos momentos.

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