Un partido amistoso

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Diecinueve:

Había sido mala idea y me arrepentía de acompañar a Dylan, si me hubiera dicho que íbamos a visitar a su familia me hubiera negado e incluso hubiera discutido con él. Hubiera preferido morir de hipotermia a enfrentarme a la escena que estaba viviendo ahora mismo. Al llegar a la casa amarilla Dylan me había guiado al segundo piso y yo había tomado una larga y caliente ducha, me sorprendí al encontrar ropa en el baño al salir y no me quejé cuando uno de los suéteres de Dylan era una opción.

Mi mente comenzó a activar alarmas cuando vi las fotografías familiares mientras bajaba las escaleras, supe que todo había sido mala idea.

-Marine-un nervioso Dylan me recibió al pie de las escaleras-El té está en la cocina, vamos-me guió hasta una pequeña cocina de un color azul suave y que olía a galletas de mantequilla.

-¿Dylan?-una mujer rubia entró a la cocina y nos miró a los dos con una sonrisa-Claro, Arabella busca los regalos-Dylan asintió y me miró con una sonrisa.

-Ahora regreso ¿De acuerdo?-salió de la cocina antes de que pudiera contestar y miré a la señora sin saber que decir.

-Soy Hannah Springs, la madre de Dylan-se sentó en una silla, la sonrisa aún en su rostro.

-Marine-murmuré-Amiga de Dylan. No sabía que visitaríamos a su familia-hablaba en voz baja.

-Dylan nunca dice nada, ese niño siempre se olvida de las cosas importantes-habló con cariño y una punzada de nostalgia me invadió.

-Supongo-murmuré otra vez y tomé la taza vacía.

-Veo que no eres muy conversadora-sirvió té en la taza vacía-¿Te gusta el té?-asentí y tomé una bolsita de azúcar-Cuéntame sobre ti Marine-tenía una energía tan feliz que sentía mi alma morir.

-Me gusta tocar la guitarra-mezclé el té y el azúcar-Tengo dos hermanos y soy de Inglaterra.

-¿Qué parte de Inglaterra?-me miro con ojos curiosos, una mirada que había visto en los ojos de Dylan bastantes veces.

-Bath-subí un poco más mi tono de voz para que fuera más normal.

-Adorable-sirvió té en su taza-¿Eres fan de Dylan?

Reí suavemente y negué-En realidad no entiendo los deportes.

Me miró sorprendida y siguió sonriendo ¿Cómo podía sonreír por tanto tiempo?-¿Enserio?-asentí-Ahora entiendo-murmuró y sentí que me había perdido de algo.

-Dile que mañana-una chica entró a la cocina hablando por teléfono-Genial, nos vemos-colgó el teléfono y nos miró sonriendo ¿Qué la familia solo sonreía?-¿Dónde está Arabella?

-Dylan trajo regalos para ella-respondió la madre de Dylan y la chica asintió.

-Tu debes ser Marine, soy Lily la hermana de Dylan-estreché su mano y asentí.

-Lily-Dylan entró a la cocina con Arabella en brazos-Arabella quiere jugar afuera.

Lily sonrió cariñosamente a su hermano y me miró-¿Nos acompañas Marine?

-¿A dónde?-pregunte confundida.

Dylan sonrió maliciosamente-Jugaremos hockey.

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-No es justo eres un profesional en el deporte-me quejé mientras Dylan me ayudaba a estabilizarme en el hielo.

-Y estoy seguro de que tú me vencerías en una guerra de bandas, es cuestión de lógica cariño-rió suavemente y su mano se alejó lentamente de mi cadera.

-Vas a morder el polvo Springs-tomé el palo de hockey que Lily me ofrecía.

-Estoy temblando cariño-Arabella patinó a su lado con facilidad.

-Genial-mascullé y Lily se colocó a mi lado.

-Mi hermano siempre ha sido bueno jugando-acomodó el gorro en su cabeza.

Reí y negué-Solo terminemos con esto.

Comenzamos bien y por bien me refiero a que me caí tres veces y a las siete anotaciones que Dylan y Arabella habían marcado.

-Comienzo a rendirme-patiné a un lado de Lily, la sonrisa en su rostro nunca desapareció.

-Creo que debes convencerlo de dejarnos ganar-señaló a Dylan.

-¿Sabotaje?-pregunte y ella se encogió de hombros.

-A Arabella no le importa perder, créeme.

Asentí, tenía un plan-Veamos si funciona-me deslicé hasta un lado de Dylan y sonreí dulcemente-Eres un idiota.

-Los halagos no te funcionaran-tenía un brillo en sus ojos, un brillo divertido y sus ojos lucían llenos de vida, era algo hermoso.

-¿Una propuesta tal vez?

-Nunca-apreté los labios.

-De acuerdo-regresé a mi posición original y Lily me miró confundida-Solo espera.

El juego volvió a empezar y cuando Dylan se disponía a bloquear la anotación de Lily me tropecé con él, claro que fue apropósito pero nadie tenía porque saberlo.

-Ups-sonreí sobre su pecho y Dylan frunció el ceño levemente.

-Eres una tramposa-le saqué la lengua.

-No se patinar-murmuré.

Dylan apartó cabello de mi cara y sonrió-Y yo patinaba como Bambi-su tono era irónico pero su sonrisa era divertida.

-¿Nos dejaras ganar?-pregunte y Dylan negó-Entonces no debo hacer esto-me incline y junte nuestros labios, Dylan al principio parecía sorprendido y cuando me disponía a alejarme, sus manos apretaron mi cadera y comenzó a tomar el control del beso.

Estuvimos unos momentos más besándonos en el hielo, hasta que Hannah como buena madre que era comenzó a gritarle a Dylan que si se enfermaba no estaba dispuesta a darle explicaciones a su coach.

Nos pusimos de pie y Dylan entrelazó nuestras manos para salir patinando del hielo.

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