Normalmente se contesta con un "Tú también me gustas"

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Veintiuno:

Sonreí mientras Dylan entraba a la banca en el medio tiempo, su sonrisa no podía ser más grande.

-Bueno trabajo-le tendí su botella de agua y él la tomó-Al parecer ya no apestas tanto como la temporada pasada.

Dylan rió y tomó un sorbo de la botella-Tengo algo que decirte, después del partido-aclaró.

-De acuerdo-asentí y Hunter entró a la banca.

-¡Estamos arrasando en el partido!-exclamó emocionado y pasó un brazo sobre los hombros de Dylan.

-Si hubieras jugado así la temporada pasada no tendrías el cuello en peligro está temporada-masculló Ian entrando.

-Ian-le reprochó Hunter

Dylan se encogió de hombros-Tiene razón, la temporada pasada apeste.

Hice contacto visual con Ian y ambos nos miramos por unos segundos hasta que Ian apartó la mirada, no entendía su sentido de culpabilidad Dylan y yo no éramos nada como para que se sintiera culpable por lo que pasó entre nosotros.

-Deberíamos ir a explorar Seattle es una ciudad que puede ofrecer mucho-Hunter interrumpió mis pensamientos-Después del juego ¿De acuerdo? Genial-regresó a la cancha y Ian lo siguió.

-¿Un beso para la suerte?-preguntó Dylan y negué riendo.

-Ve a jugar-lo empujé al hielo y retomé mi lugar en la banca.

¿Qué sería de lo que Dylan quería hablarme? ¿Me iba a dejar en paz?

El partido transcurrió demasiado rápido para mi gusto, no quería hablar con Dylan y mucho menos después de que todos se marcharan y solo quedábamos él y yo en los vestidores, no era normal.

-¿Me vas a asesinar?-pregunte mientras me cruzaba de brazos y me recargaba contra los casilleros.

-No-Dylan tronó sus dedos, estaba nervioso ¿Qué estaba pasando? Normalmente me hubiera contestado algo sarcástico.

-¿Qué sucede entonces? ¿Todo bien?-pregunté sintiéndome poco segura de querer saber la respuesta al nerviosismo de Dylan.

Dylan comenzó a jugar con sus manos y tomó una profunda respiración ¿Qué planeaba hacer?

-Me gustas Marine-mire sorprendida a Dylan ¿Qué acababa de decir?-No tienes idea de lo mucho que me costó admitirlo y eres la primera chica a quien se lo digo de manera sincera, me gustas-repitió.

-No se como contestar a eso-murmure mirando a mi alrededor.

-Normalmente se contesta con un "Tú también me gustas"

-Me acosté con Ian-las palabras salieron rápidamente de mi boca.

-¿Qué?-Dylan estaba confundido, no más que yo.

-Debo irme-me puse de pie y salí corriendo de los vestidores.

¿Qué debía hacer? ¿Marcharme? ¿Regresar e intentar hablar con Dylan? ¿Hablar sobre qué exactamente? No correspondía sus sentimientos y no podía agregar otro corazón roto a mi lista, al menos no el de Dylan.

Podía ser un idiota narcisista y con un ego del tamaño de Texas, pero en el fondo no era mala persona, al menos era mejor de lo que yo nunca podría ser.

Al final opté por regresar al hotel, necesitaba empacar mis cosas y regresar por donde había venido.

-Le dijiste-Ian entró a la habitación.

-Me dijo que le gustaba-murmuré-Si no correspondo sus sentimientos no es justo de mi parte darle esperanzas, Dylan no lo merece.

La gente la mayoría de las veces pensaba que mi mentalidad con mis parejas era que ellos no me merecían a mi, que era superior a ellos y solo quería divertirme, pero la verdad era que siempre pensaba que ellos se darían cuenta de que merecían algo mejor que una patética cantante que tiene miedo de dejar a alguien más entrar. No por eso era una perra, pero al parecer para la mayoría de la gente, mi complejo de abandono no era más que una excusa para mi horrible personalidad ¿Qué sabían ellos?

-Dylan-Ian habló sorprendido en cuanto la puerta de la habitación se abrió. Dylan alterno la mirada entre ambos y después hizo una mueca, como si se tragará su comentario y negó con la cabeza para dirigirse a su maleta-¿Qué haces?-preguntó Ian confundido.

-Me largo-habló bruscamente mientras comenzaba a meter sus cosas en la maleta.

Ian me miró esperando que le dijera algo, pero sencillamente me encogí de hombros, algo  en mi interior no me quería permitir hablar, sabía que probablemente terminaría empeorando la situación.

Tomé mi maleta y mire a Ian-Nos vemos en Los Ángeles.

Dylan rió irónicamente y yo simplemente camine con la frente en alto a la puerta.

-Espera un momento linda, iremos juntos al aeropuerto-me detuvo Dylan, pero su tono ya no era amable, era arrogante y frío, justo como cuando lo había conocido por primera vez.

Apreté los labios y asentí, idiota.

Dylan terminó de empacar sus cosas y salió de la habitación, sabía que su silencio era una orden de que lo siguiera. El camino al aeropuerto fue silencioso y el vuelo fue casi insoportable, con Dylan coqueteando con la azafata y su ley del hielo hacía mi era una clara señal de que lo poco que habíamos logrado estaba terminado.

Habíamos dejado todo atrás, el momento en el que aterrizamos en Los Ángeles podía notar que Dylan volvía a poner esa sonrisa coqueta que enamoraba a chicas y una pared que creía que había dejado de existir se volvía a levantar.

Volvíamos a ser dos extraños que fingían ser amigos y no podían estar más de dos minutos en una habitación sin discutir, había arruinado lo que sea que tenía con Dylan, extrañamente no me sentía culpable o al menos no era como describiría la sensación.

Era como una pesadez en mi cuerpo y un cansancio constante, ni siquiera había intentado hablar con él y explicarme, sabía que Dylan y yo éramos completamente diferentes, así que no tenía sentido arreglar algo que nunca existió en realidad.

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