La reina de hielo ha regresado

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Trece:

Me quede callada mientras Dylan se sentaba en la mesa-Pero miren quién nos honra con su presencia el día de hoy-Heinz se burló.

-Mi cabeza me esta matando-se quejó y escondió su rostro entre sus manos.

-Con tantos golpes que has recibido es obvio que te va a doler-se burló Hunter mientras se estiraba para tomar un pan.

-Suerte que tienes la cabeza dura-Zack se encargó de seguir molestando a Dylan.

-Ugh, ¿Por qué vine a desayunar?-se quejó el rubio-¿Qué hace cabeza de marcatextos aquí? Creí que no vendrías.

Dejé el tenedor sobre mi plato, el hambre había desaparecido-Esto fue agradable hasta que gruñón apareció.

-¿Desde cuando tu cabello es azul?-Dylan me miro confundido.

-Terminé-deje la servilleta en la mesa y me puse de pie.

-¡No me ignores Marine!-apreté los puños en cuanto el grito de Dylan se convirtió en una risa de su parte-Soné tan cliché, lo lamento-el resto del equipo rió.

-¡Deja de ser un idiota por un momento!-las palabras salieron sin permiso de mi boca y me arrepentí al instante, todo el equipo me miro como si acabará de decir algo realmente malo-Ups-salí rápidamente del restaurante del hotel.

Supongo que después de todo me había afectado el hecho de que Dylan se fuera antes de que despertará y me ignorará el resto de los días y ahora actuará como si nada hubiera pasado. Normalmente yo era la que hacía eso, los chicos eran los que sufrían por mi actitud, Dios, era una perra.

Me senté en uno de los sofás del lobby y puse mi cabeza entre mis manos, para después apoyar mis codos en mis rodillas.

Lección aprendida.

-¿Estas bien?-levanté la mirada y me encontré con un chico desconocido pero con unos lindos ojos cafés.

Sonreí levemente-¿Quién está bien hoy en día?

El chico sonrió y estiró su mano-Alfie.

Aparte una mano de mi cabeza y estreche la suya-Marine.

-Bueno Marine, es un gusto conocerte.

Mordí mi labio, de todos modos ya era una perra-Llegas en un buen momento Alfie-sin más, lo besé y él respondió de manera rápida.

-No Dylan-escuche murmullos o tal vez eran gritos, solo sabía que Alfie se estaba vistiendo y yo continuaba en la cama-No seas idiota, sabes que te odiará.

-¿Puedo tener tu número?-Alfie se puso su camiseta y me miro sonriendo.

-Oh, lo lamento si esto no quedó claro, pero no quiero nada serio.

-Totalmente claro, pero creí que sería divertido poder tener encuentros-sonrió.

-No vivo en Texas.

-Y yo soy estudiante de medicina, nada nuevo-se encogió de hombros.

Suspire-Bien, estaré un par de días aquí, tal vez podríamos tener algo de diversión-me estiré para tomar la libreta del hotel y garabatear rápidamente mi número-Tómalo antes de que me arrepienta-se lo tendí y cerré los ojos.

-Genial-Alfie lo tomó y plantó un beso en mis labios-Te llamaré-esperaba escuchar la el sonido de la puerta al cerrarse, pero ese sonido no llego.

Abrí los ojos y me encontré con Dylan en la puerta-¡¿Qué haces aquí? ¡Largo!-grite mientras me cubría con el cobertor hasta la barbilla.

-No seas tan dramática, estoy seguro de que he estado con chicas en mejor forma-bueno, debía admitir que ese comentario había dolido en cierta manera.

-¿Qué quieres?-pregunte fríamente, ahora su estúpido comentario no saldría de mi mente en días.

-Auch, la Reina de hielo ha regresado-se rió de su propia broma y yo lo mire esperando que continuará y se fuera-Vine a visitarte-dijo como si fuera obvio.

-Claro-me estiré y tome mi camiseta del suelo.

-Oh, permíteme-Dylan se hincó y me paso el resto de mi ropa interior con una sonrisa, de acuerdo, esto era humillante pero no iba a dejar que el idiota viera lo mal que me estaba haciendo sentir.

-¿No tienes alguna rubia a la cuál engañar o algo así?

-Oh no, siento que ahora mismo estamos teniendo un momento-esas palabras.

-Bueno, pues al parecer eres un experto en romper los momentos ¿No es así?-me puse de pie y me dirigí al baño.

-Cariño, ¿Esa actitud es por lo del otro día? Si te acuestas con chicos solo para desquitar la ira que sientes por ese momento no te va a funcionar, podemos acostarnos si quieres-reí y até mi cabello en una coleta.

-Tienes un gran ego-me recargué en el marco de la puerta y cruce mis brazos-¿Cuántas veces tengo que decirte que no creo ni un poco de esa falsa actitud que le das al mundo? No te preocupes, tu secreto esta a salvo conmigo.

-Y tu solo lanzas ataques a las personas para que dejen de hacerte preguntas o dejen de hablar de algo de lo que no te gusta ¿No es así Marine?

-Y tu haces exactamente lo mismo-me acerque lentamente hasta Dylan-La diferencia entre tú y yo es que yo tengo las de ganar, ¿Verdad Lucky Charm?

Dylan me miro desconcertado Jaque mate, perra.

-Eso pensé-empuje su hombro y salí de la habitación.

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