City Of Angels ✔️

La vida después de un día de primavera

Epilogo:

Un par de años después...

-¡Nos vemos pronto Nueva York!-me despedí y salí rápidamente del escenario, para ser recibida por una toalla y una botella de agua por parte de uno de los asistentes.

-Gran concierto Marine-me felicitó mi mánager.

Sonreí y sequé mi sudor con cuidado-¿Ya llegó?-pregunté.

-Me duele que dudes de mi-habló una voz detrás de mi-He estado aquí desde que cantaste esa canción que obviamente es sobre mi.

Tomé un trago de agua y me gire a mirarlo-Oh, ¿Te refieres a esa de aquella vez que terminamos y fuiste a rogarme que regresará contigo? Sabía que llegarías a escucharla.

Se cruzo de brazos y reí-No se supone que mi prometida me tiene que tratar así.

-En ese caso debiste pedirle matrimonio a Hunter.

-Estoy planeando toda una boda por mi cuenta, más te vale no hacerme cancelar todo-me acerqué y lo abrace.

-Estoy a punto de terminar el tour, solo dame unas semanas más y podré ayudarte en decidir sobre manteles, flores y esas cosas que al parecer Hunter disfruta demasiado.

Dylan sonrió y besó mis labios rápidamente-Toma una ducha, tengo algo especial preparado.

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Sentí la fría brisa del otoño calarse entre mi chaqueta, sin embargo no me molestaba. Dylan sujetaba fuertemente mi mano mientras ambos corríamos para evitar a los paparazzis.

Ambos entramos al edificio e intente recuperar la respiración mientras esperábamos el elevador.

-Te dije que si gritabas nos iban a descubrir-Dylan se quitó la gorra y acomodó su despeinado cabello.

-Y yo te dije que no debiste meter ese cubito de hielo en mi espalda-me cruce de brazos y entré al elevador.

Dylan rió y ambos nos bajamos en el piso correspondiente, ambos recorrimos los blancos corredores en silencio y finalmente llegamos a la puerta del hogar que ahora compartíamos.

Los pasillos seguían siendo fríos y extremadamente estéticos, sin embargo, al abrir la puerta de nuestro hogar podía sentirse la calidez. Habíamos cambiado los colores y ahora las paredes estaban pintadas de tonos suaves, los muebles habían dejado de ser completamente blancos y había flores en cada superficie del apartamento.

La frívola sensación había desaparecido y había sido reemplazada por un sentimiento de calidez, era como un día de primavera.

-Puedo jurar que no te volveré a acompañar a tus practicas, siempre terminan en paparazzis persiguiéndonos-me quite la chaqueta y la colgué en el perchero.

-Y yo pensé que después de todos estos años aprenderías a ser más discreta-Dylan imitó mi acción.

Reí-Después de todos estos años-sonreí-Suena como demasiado tiempo ¿Alguna vez te he dicho que desde aquél día de primavera he sentido que el tiempo dejo de ser un factor importante?

-Lo es si nuestra boda se acerca.

-Tiene razón-fingí pensar-Supongo que es la primera vez que deseo que la primavera no llegué-me encogí de hombros-Estaba destinado a suceder.

Dylan me miro ofendido-¡No vuelvas a decir eso me provocaras problemas cardiacos antes de llegar a los 30!

Volví a reír y me dirigí a nuestra habitación-Eso sería muy malo para tu carrera.