Convirtiéndote en el uke ideal

Deja de llevar las riendas

-¡Ya se cual es tu problema!- dijo apenas lograron alejarse del tumulto de gente, Iván frunció el ceño.
-¿A, si? ¿Pues cual es?- masculló enfadado.
-Tu tomas las riendas, mayormente es el seme quien debería dar el primer paso- explicó.
-¡Pero en ese caso el seme me elegiría a mi y yo no a él! ¡No es justo!- reclamó.
-Pero...
-¡No!
-Esta bien, empieza tu con la seducción, pero luego dejas que tome las riendas en los besos y todo eso ¿Esta bien? Es tal vez eso es lo que espanta a los semes de ti, eres demasiado dominante- el castaño trató de contener la sonrisa al ver que había tocado el ego de su amigo.
-¡Vete a la mierda!- reclamó el pelinegro dándose vuelta y volviendo a adentro del bar. Sebastián volvió a sonreír, sabía que le haría caso o al menos intentaría.
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-¡Ni siquiera preguntes como me fue!- reclamó furioso, Sebastián alzó las cejas preguntándose que había fallado esta vez, pero prefirió guardar silencio hasta que el pequeño uke se calmara, aunque no pudo evitar una sonrisa, se sentía algo culpable de sentirse tan bien por arruinarle la cita a su amigo.
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