Vacío inexistente

Demuéstrame que estás.

Sigo sin entender porqué escribo en un constante nosotros, no entiendo que haces en mis versos cuando ni si quiera estás en mis besos, en mi vida, en mis miedos...
No comprendo esta manía que tengo de añadirte a cada uno de mis pensamientos si ni tan solo estás en los ciertos, en los verdaderos, en los reales y físicos que nunca experimento. Porque no estás. Nunca has estado y me duele pensar que nunca estarás.
¿Lo ves? He vuelto a hacerlo, te estoy escribiendo de nuevo aún sabiendo que no vas a contestar, porque no estás, no existes y no existirás.
Me siento estúpida por ello y quiero que lo sepas. Sí, tú que no existes, quiero que lo sepas.
Si te escribo es por algo, y si nunca respondes alguna razón habrá también, y me niego a aceptar que sea la de que no estás, la de que hablo sola y no me escuchas, así que dame una señal, mándame una carta o una paloma o lo que te de la gana, pero avísame y hazme saber que no estoy sola, y que tú estás, para quedarte.