Esta oscura y trágica historia podría ser real y, por lo tanto, merece ser contada...
¿Existen los elefantes rosas? ¿Patos con sombrero? ¿Niños que no crecen? ¿Un mundo con fondo blanco y narrador? ¿Voces de niños en off? ¿Pájaros de más de 40 años? ¿Series infantiles interactivas?
Para entender una serie tan absurda como "Pocoyó" -¿cómo asuntos sociales permite que se emita la serie de un niño abandonado que vive junto con animales y que no sea Tarzán?- basta con analizar esta historia sobre la ficción de un niño que parece hijo de Jamiroquai y lleva una camisa de fuerza azul y tender hacia algún tipo de adicción a la azúcar (por no decir drogodependencia).
Se cree que YÓ, así hacía llamarse y decía ser un compositor musical de series infantiles, padecía un gran estrés al componer melodías para tantos capítulos -¡Eso!, ¿por qué tienen tantos capítulos las series infantiles?- debido a su afán de superación personal al pedirle proyectos cada vez más complicados... Acabó sumido en una crisis y bloqueo creativo que le llevó a las mismas puertas de un psiquiátrico en un deteriorado estado tras vagar durante meses por el mundo. Lo encontraron indocumentado y desde el psiquiátrico confirmaron que su maltrecho estado propició a un trauma de su niñez desplegarse en su psique hasta controlar su mente. A medida que YÓ se hizo con el poder de su comportamiento degeneró en algo mucho más peligroso... Tenía un denotado desdoblamiento de personalidad y rasgos de psicosis esquizofrénica. Todos los crímenes que decía haber cometido -desde el psiquiátrico se verificó con los registros policiales vagas huellas de su posible identidad pero ninguna condujo realmente a nada- fueron reprimidos por una nueva personalidad, más pacífica e infantil llamada PocoYÓ... que en realidad es una versión 'reducida' de YÓ: POCO...YÓ...
ESTÁS LEYENDO
Mitos Terroríficos.
رعبRecopilación de arruina infancias, Creepypastas y mitos urbanos.